Por Sophie Pons
París/AFP
De los cinco principales candidatos a las presidenciales en Francia, tres se pisan los talones en los sondeos a dos meses de la primera vuelta: la ultraderechista Marine Le Pen, el conservador François Fillon y el centrista Emmanuel Macron.
Marine Le Pen, galvanizada por la elección de Donald Trump en Estados Unidos, lidera por ahora las encuestas para la primera vuelta del 23 de abril, apenas afectada por una investigación en curso por supuestos empleos ficticios en el Parlamento Europeo.
François Fillon, inmerso en otro caso de empleos ficticios, y Emmanuel Macron, exministro del gobierno socialista, se disputan el segundo lugar.
El candidato conservador perdió su condición de favorito después de que se revelara que su esposa, que siempre se presentó como ama de casa, cobró más de 800.000 euros como asistente parlamentaria.
Tanto Le Pen como Fillon han dejado claro que no se retirarán de la carrera presidencial, incluso si son imputados por la justicia.
La izquierda, dividida entre el candidato del partido socialista gobernante Benoît Hamon y el líder de la izquierda radical Jean-Luc Melenchon no superaría la primera vuelta del 23 de abril.
Hundido en los sondeos, el presidente socialista François Hollande renunció a optar a un segundo mandato.
La incertidumbre nunca ha sido tan fuerte sobre el desenlace de la campaña.
«Cinco candidatos obtendrían más del 10% de los votos en la primera vuelta, algo inédito», señaló el diario Le Monde.
El ‘riesgo’ Le Pen
La popularidad de la candidata de extrema derecha precipitó el miércoles una alianza entre Macron, estrella ascendente de la política francesa, y el veterano líder centrista François Bayrou.
«Porque el riesgo es inmenso, porque los franceses están desorientados y a menudo desesperados, he decidido proponer una alianza a Emmanuel Macron», declaró Bayrou en una conferencia de prensa retransmitida por televisión.
Para Francia y para Europa, «el peligro es demasiado grande, debemos cambiar las cosas y hacerlo ya. Unamos nuestras fuerzas para lograrlo», agregó el líder centrista y conocido europeísta, candidato a las elecciones presidenciales en 2002, 2007 y 2012.
Desde hace varios meses, Bayrou sugería que podría presentarse por cuarta vez a los comicios presidenciales, a riesgo de dividir aún más el reparto de votos.
Poco después del anuncio del candidato centrista, Macron declaró a la AFP que aceptaba «la alianza» propuesta por el presidente del partido MoDem.
«Comparto plenamente su juicio sobre la gravedad de la situación actual de nuestro país», añadió el exministro del gobierno socialista de François Hollande.
Impulsado por un deseo de renovación de los electores, Emmanuel Macron, que nunca ha sido elegido para un cargo en comicios, ha logrado en pocos meses ubicarse entre los favoritos de estas elecciones.
Sin embargo, su campaña tuvo en los últimos días varios tropiezos tras declaraciones polémicas sobre la colonización y la forma en que el gobierno abordó las críticas de quienes se oponían a la ley aprobada de matrimonio entre personas del mismo sexo.
Además, pese a que atrae a miles de personas a sus mítines, su base electoral es muy volátil, según las encuestas. Uno de cada dos de sus electores afirma que su voto no es aún definitivo.