César Ramírez
@caralvasalvador
La experiencia de Wuhan demuestra que por cada persona detectada con COVID-19 existen tres o cuatro asintomáticas, la proporción de ello es aritmética, geométrica y exponencial, en nuestra nación se debe comunicar tranquilidad no temor o ansiedad, puesto que acá parece que alguien olvido las fases indicadas por la OMS.
La discusión es el manejo de la crisis nacional al observar otras naciones, por ejemplo: México fue calificado por la OMS en fase “transmisión local”. Según la Secretaría de Salud mexicana, existen tres momentos: Fase 1 de contingencia con “eventos positivos” contabilizados en decenas, estos son “importados” (viajeros que adquirieron virus en el extranjero), no existe restricción social, se informa a la sociedad medidas preventivas. Fase 2 dispersión comunitaria (España) contabilidad en centenas, existe contagio persona a persona, se pide evitar eventos masivos, espacios cerrados y abiertos, teatros etc. mientras se impone en escuelas y trabajos controles sanitarios. Fase 3 es epidemia con miles de casos, y se paraliza la industria, comercio etc. la proyección fatal de casos en la última fase sería entre el 0.5 % y 1 % de la población, de no existir la contención indicada.
En nuestra nación los primeros tres casos tienen fecha de 18, 21 de marzo, el caso inicial acontece en Metapán, una ciudad que sufrió un cerco sanitario de 48 horas y se desconocen los resultados.
En la clasificación OMS (24/MAR/020) El Salvador tiene 5 casos confirmados menos de una decena (Fase I OMS) y 0 muertes, no obstante las medidas restrictivas y cuarentena equivalen a la FASE III, hasta el día 24/MAR/020 a las 18:29 (PNC) reporta 555 personas retenidas con “fines de prevención sanitaria” por no cumplir la cuarentena domiciliar obligatoria, además de las 2,400 personas en cuarentena en 50 albergues (24/MAR/020), en total 2,955, es una acción que puede provocar otro desastre sanitario.
Las medidas causan daño económico a los trabajadores. 100,000 empleados de maquilas y call center no tienen continuidad laboral provocando incertidumbre, mientras la empresa AEROMAN con 35,000 ciudadanos y 35 años desde su fundación, expresa su malestar por obligaciones contraídas en contratos internacionales; además innumerables trabajadores del sector informal están prácticamente expulsados del capitalismo, no tienen capacidad de autogestión dineraria.
La falta de transparencia en el caso de Metapán sin resultados objetivos, no ayuda a la tranquilidad, mientras la economía agoniza… En Salud necesitamos un organismo independiente ciudadano no político.
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