Atenas/AFP
Grecia entró este martes en un período de incertidumbre política, buy con el adelanto de la elección del presidente de la República, buy cialis que en caso de fracasar dará lugar a elecciones anticipadas, sovaldi a las que llegaría como favorita la izquierda radical Syriza.
El lunes por la noche, el gobierno de coalición formado por conservadores y socialistas anunció el adelanto al 17 de diciembre de la elección en el Parlamento del sucesor del presidente Carolos Papoulias. Inicialmente, la votación se esperaba a partir de mitad de febrero.
Este martes, el primer ministro Antonis Samaras anunció el nombre del candidato del gobierno: Stavros Dimas, de 73 años, miembro de su partido conservador Nueva Democracia, ex comisario europeo de Empleo y Medio Ambiente y ex ministro de Relaciones Exteriores entre 2011 y 2012, cuando el gobierno de Lukas Papademos.
Desde la apertura, la bolsa de Atenas reaccionó mal al adelanto electoral, y hacia las 13H20 GMT el índice general perdía un 10,3%. El interés del bono a 10 años acusaba también la tensión y superaba el 7,8%, frente al 7,24% con el que cerró el lunes.
Samaras dijo que Dimas es «respetado por la comunidad internacional», y que su elección, en el Parlamento, permitiría a Grecia «entrar oficialmente en la era post rescate».
En Grecia, el presidente de la República es elegido en el Parlamento, unicameral. Las tres vueltas de la votación tendrán lugar los días 17, 22 y 29 de diciembre.
En las dos primeras, el candidato necesitará el apoyo de 200 de los 300 diputados. En la tercera necesitaría 180, muy por encima de la mayoría con la que cuenta el gobierno (155 diputados).
Los analistas de Citi estiman por ello «muy improbable que el gobierno actual logre reunir ese nivel de apoyo».
Si el Parlamento no logra elegir un presidente, función fundamentalmente honorífica, el gobierno deberá convocar elecciones legislativas anticipadas en invierno.
El actual ejecutivo de Samaras, en el cargo desde mitad de 2012, ha aplicado las medidas reformas exigidas por la troika de acreedores (BCE, UE y FMI) a cambio de dos planes de rescate financiero de un total de 240.000 millones de euros.
Los recortes y las privatizaciones le han valido al ejecutivo la antipatía de buena parte de la población, y la coalición de izquierda radical Syriza, opuesta a la austeridad, lidera los sondeos.
Syriza, que no deja de pedir elecciones anticipadas, ha suavizado su discurso en las últimas semanas, y varios de sus dirigentes visitaron a los banqueros de la City de Londres.
Este martes, la coalición se felicitó por una decisión «previsible», y anunció que todo este proceso desembocará en la formación en 2015 de un gobierno de «salvación nacional» bajo su dirección.
Los mercados, preocupados
Los mercados financieros están preocupados por la incertidumbre política que se abre con este adelanto electoral y por el posible abandono de las reformas económicas emprendidas en los últimos años.
«Un accidente en Grecia sigue siendo un riesgo potencial (…) el riesgo de un giro político y de una revocación de las reformas es muy real en este momento», indicaron los analistas de Berenberg en una nota.
El adelanto electoral fue decidido poco después de que los ministros de Finanzas de la Eurozona decidieran en Bruselas prolongar dos meses su plan de rescate a Grecia, que expiraba en principio el 31 de diciembre.
El plan ha sido prolongado por la imposibilidad de los acreedores internacionales de analizar a tiempo las cuentas públicas griegas, condición sine qua non para que la UE entregue un último tramo de 1.800 millones de euros.
La troika considera además demasiado optimistas las previsiones para 2015 del gobierno griego, que esperaun crecimiento de 2,9% del PIB y un déficit público del 0,2%.
Incluso, el desacuerdo entre la troika y el gobierno sobre el presupuesto adoptado el pasado domingo hace dudar del pago por parte de la UE de un último tramo de 1.800 millones de euros.
«Si Samaras logra levantar la incertidumbre política en diciembre, mejorarían las perspectivas de la economía griega para 2015», apunta Berenberg.
La pésima reacción de los mercados al anuncio del lunes podría beneficiarle además a Samaras, que no deja de acusar a Syriza de exponer al país a una «desestabilización» dañina de cara a una salida ordenada del plan de rescate.