César Ramirez Caralvá
“El gobierno inglés, según comunicaciones de los agentes de Centro-América en aquella corte, ha declarado terminantemente en estos últimos días, que el puerto de S. Juan de Nicaragua pertenece a los Mosquitos, y que una numerosa colonia se prepara para venirlo a poblar. Estos hechos que nos parecen ya indudables, deben llamarnos a consideración muy serias sobre nuestro porvenir. Los pasos de la Inglaterra para apoderarse de los puntos donde es más practicable la unión de los mares, están a toda luz descubiertos, y tal ocupación no puede tener otro objeto que el de proporcionarse la apertura del canal por su cuenta, para aprovechar sus ventajas y aumentar su preponderancia marítima en ambos mundos. Nada tendría de particular que esta poderosa nación acometiera empresa tan gigantesca como útil al género humano, lejos de ser este un mal sería el mayor bien que pueda hacerse a Centro-América; pero los medios que se emplean para conseguir un fin tan laudable, son los que nos llaman la atención, porque en todos sus procedimientos no se ve otra cosa, que el derecho del más fuerte empleado inconsideradamente contra el débil. No se crea que estos son sueños de cabezas delirantes. La Inglaterra hace muchos años que dirige sus miradas hacia Nicaragua para abrir paso por su territorio al comercio con muchos mercados de importancia y evitar a sus navegantes la necesidad de cortar dos veces la línea para transportarse a las comarcas occidentales de nuestro hemisferio, sin tener que ir a luchar con el hielo y los huracanes en la alta latitud del cabo. Muchos hechos históricos nos demuestran con evidencia lo que acabamos de manifestar. El año de 1773 los coroneles ingleses Hodgson y Lee levantaron los primeros planos del lago y territorio de Nicaragua y los remitieron a Londres juntamente con otros datos. Antes de esta época, el gabinete inglés tenía diferentes proyectos sobre apoderarse del territorio de Nicaragua y aun ocurrió a las vías de hechos ejecutando varias incursiones, siendo las más notables la que se efectuó en 1749 por el primer superintendente de la costa de mosquitos y el general Mandyse con ánimo de apoderarse del Realejo; y la que tuvo lugar el de 1780, que según muchos datos, fue una empresa formal con intervención del ministro de Estado Lord George Germain a quien le fueron remitidos los planos de que hemos hecho mención, auxiliada eficazmente por el gobernador de Jamaica Mr. J. Daling expedición en que perdió la Inglaterra cerca de 4,000 hombres y más de tres millones de pesos y que tenía por objeto la ocupación del lago y poblaciones situadas sobre la costa del Pacífico, la cual se desgració por causas que sería muy largo referir en este artículo. Lo que ha hecho en estos últimos tiempos con los indios mosquitos creándoles un monarca e improvisando la nación mosquitia de la que se ha declarado su protectora, es muy sabido y que se ha escrito largamente por la prensa sobre este particular, de manera que es fuera de duda que la Inglaterra calcula sobre el territorio de Nicaragua. Mientras los proyecto de ocupación permanecían esperando una oportunidad para realizarse; el establecimiento de la línea de vapores en el Pacífico y las riquezas de California últimamente descubiertas, han venido a llamar la atención de las naciones marítimas y varias casas de Norte América han hecho propuestas e iniciado contratas para la apertura del canal o para un ferrocarril y en estos precisos momentos es cuando la Inglaterra ha decidido la apropiación de los puntos por donde es más practicable la empresa”.
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