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Por Rolando Alvarenga
@bachibox55
Aunque, case periodísticamente y para efectos de contraste, healing me hubiese gustado tener de primera mano la versión del titular del Instituto Nacional de los Deportes de El Salvador (INDES), advice sobre el segundo año de su gestión, esto no fue posible. A pesar de habérselo solicitado con anticipación, su reporte nunca llegó. Un silencio que viene a dejar más dudas que respuestas sobre una cuestionada gestión que se dice “ha venido de más a menos”.
Eso sí, el silencio del “profe” es muy su derecho, como lo es el mío de desmarcarme de toda responsabilidad e imprecisión que pueda tener esta columna alusiva a su segundo año de gestión. Silencio que también me faculta para preservar el derecho a la privacidad de las fuentes involucradas a la hora de exponer algunos puntos que dejan mal calificado el segundo año del “profe”.
Como en años anteriores y desde la triste gestión pasada en manos de un ex futbolista, los señalamientos vuelven a enfocarse a la irritante denuncia del “extremismo burocrático” a la hora de soltar el billete tanto a un resto de atletas, como a varias federaciones. Y el argumento, como en años anteriores, vuelve a ser el mismo: el INDES responsabiliza a las federaciones y las federaciones al INDES. Sin importar que, al final, los más afectados son los atletas.
Y la interrogante que nace es: ¿no existe en el INDES la suficiente materia gris para que, en coordinación con el Ministerio de Hacienda, la Corte de Cuentas y las federaciones, “se le meta el diente” a este vergonzoso y humillante dolor de cabeza atentatorio contra el hambre y necesidades básicas de una buena cantidad de atletas?
Deportistas que, en la mayoría de los casos, solo cuentan con este dinerito para “medio” solucionar sus crisis económicas. O ¿será que por “órdenes superiores” hay que seguir rayando el CD con el mismo pretexto?
La semana anterior con el titular “Deporte de El Salvador en Crisis” apareció en redes sociales el siguiente texto: “Gracias a las dos malas administraciones de ‘La Chelona’ y Quezada, dos ciclos olímpicos se tiraron a la basura”. ¿Dónde está el apoyo que tanto dicen dar al deporte? Si ellos mismos borraron del presupuesto los fondos para los clasificatorios olímpicos y las bases de entrenamiento. ¿Dónde están los grandes convenios que tanto dicen firmar con otros países que tienen el nivel competitivo necesario para llevar una preparación de atletas élites?
Y es que, al cumplirse dos años de gestión y siendo el INDES el que suelta la plata, todavía no se despide a tanto entrenador extranjero estéril que hace años no produce atletas de alta competencia. También una “gerente de altura” se ha extralimitado en sus funciones y hasta un chicle se le ha pegado en los últimos meses.
De igual forma, la infraestructura del Palacio sigue siendo una calamidad; la duela y pizarra electrónica del Gimnasio Nacional dan vergüenza, y el INDES no hace nada. Pero sí apoyará económicamente la reconstrucción del Estadio Municipal de San Miguel, que recibe buenos ingresos en taquilla.
También el instituto de los deporte dejó de pagar estímulo a un grupo de atletas, incluida la embarazada tiradora Melissa Mikec y mejor no sigo, porque me da más pena a mí.
Y a falta del reporte del titular del INDES, solo destaco: la implementación y vigencia del Programa Éxito que está sembrando para el futuro con sus varios títulos CODICADER y la ayuda del saco alimenticio familiar bimensual que entrega a sus empleados. Ayuda que fue una conquista del sindicato, pero que sería una bendición que también alcanzara para los atletas que no reciben su estímulo y que tiene más derecho; porque el dinero estatal para deporte es para los atletas, pero son los que menos reciben. ¡Todo un drama!
