Por: Rolando Alvarenga
Seis meses y contando. Tal parece que el calvario de los atletas salvadoreños podría convertirse en vía crusis, ya que han transcurrido seis meses del año 2017 y siguen si recibir su estímulo deportivo.
Lo anterior pude constatarlo tras realizar una ardua investigación periodística en la que, de nueva cuenta, la cúpula del INDES (Jorge Quezada, Kriscia García y Juan José Gómez) se aferró a la política del avestruz y rehuyó a responder cualquier inquietud acerca de la deuda con los atletas más destacados en las diferentes disciplinas.
Y es que el INDES sigue prometiendo pagar, pero el tiempo sigue su marcha y la tan necesaria plata nunca llega. Además, la investigación reveló que existe un temor generalizado entre atletas, entrenadores y federativos a no denunciar esta irritante irresponsabilidad, para no ser sancionados y caer en desgracia ante el INDES.
Para mí es un inconcebible síndrome (del temor) porque el actual titular del INDES es un elemento procedente y representativo del periodismo deportivo y él, mejor que nadie, sabe que denunciar es un derecho constitucional que tiene todo salvadoreño cuando su estómago y el de su grupo familiar es afectado por situaciones de impago.
Extraoficialmente —porque ninguna de las tres divinas personas de la cúpula del INDES respondió cuando se les preguntó vía Facebook— tengo conocimiento de que hace unos días, tras denunciarlo públicamente, la selección de Fútbol Playa recibió su estímulo económico estatal correspondiente a mayo. Entonces, es obvio que al igual que como lo hacía karate hace varios años, hay que denunciarlo y patalear para que suelten el billete.
Pero considerando que el atleta se merece respeto, el INDES —que ha demostrado tener dinero para otras actividades promocionales gubernamentales— debería sacar pecho y rebuscarse por esa plata, para terminar con esta humillante situación que viven los deportistas.
Se me ocurre que en este caso una protesta impactante y trascendental sería que el presidente del Comité Olímpico se inmolara frente al
Palacio de los Deportes. ¿Qué le parece?
*Los conceptos vertidos en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quien los presenta.