@RosmeriAlfaro
Una de cada tres mujeres en el mundo sufre agresión física o sexual. En América Latina, una de cada dos ha sufrido este tipo de violencia, presentando un índice mayor al promedio mundial.
Es evidente el avance en América Latina en normas y acuerdos sobre los derechos de la mujer y contra la discriminación, pero aún hay fallos en el acceso en la justicia protectora de este grupo poblacional en términos reales, aseguró Jaime Arellano, director del Centro de Estudios de Justicia de las Américas (CEJA), en el Seminario Internacional de Género y Justicia Penal.
Para Arellano el tema del acceso de justicia de las mujeres en los casos de discriminación y violencia son preocupantes, aunque los niveles de denuncia de violencia contra la mujer en América Latina son bajos. “De los que denuncian y llegan a juicio son aún más bajos y de los que llegan a juicio y terminan en una condena para el agresor son menos todavía”, dijo.
“Si bien tenemos todo el entramado, normativo formal e incluso una institucionalidad que se declara preparada para eso, en la práctica lo que vemos es que falta muchísimo. Ha habido un mejoramiento respecto a lo que era cero en el pasado, pero falta mucho por progresar. No hay que pensar que esto está superado, que la protección contra la violencia o contra la discriminación es algo logrado, hay una cultura machista en America Latina que no permite la igualdad de las mujeres, por ejemplo en lo económico. Hemos avanzado sí, pero falta un montón todavía”, enfatizó.
El seminario realizado por el Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer (ISDEMU), con el apoyo de la Embajada de Chile y la colaboración del CEJA y ONU mujeres El Salvador, permitió el intercambiando de experiencias, tanto de El Salvador como de países del SICA sobre avances en materia de género y justicia penal.
La embajadora de Chile en El Salvador María Inés Ruz afirmó que ya son varios año desde que se ha incluido la perspectiva de género de manera transversal, en las diferentes actividades del sector público en América Latina, lo que permitido avanzar en la superación de la exclusión y la falta de igual de derechos de la mujer dentro de la justicia penal, pero aún falta más por hacer.