Naciones Unidas/PL
Representantes de pueblos originarios retoman este martes en Naciones Unidas el debate sobre el impacto de la Doctrina del Descubrimiento, health un recurso esgrimido en tribunales para justificar la anexión de tierras indígenas.
El tema domina la segunda jornada de la XIII Sesión del Foro Permanente de la ONU para Asuntos Indígenas, mecanismo asesor del Consejo Económico y Social, creado en julio de 2000, con el mandato de examinar cuestiones sobre el desarrollo, la cultura, la educación, la salud, el medio ambiente y los derechos humanos.
Los originarios rechazan la Doctrina del Descubrimiento y demandan reparaciones por conquistas del pasado, posturas recurrentes en los encuentros, aunque con la intención de sus participantes de buscar cada vez nuevos argumentos, más allá de la injusticia histórica de la expropiación de predios.
El concepto proviene del criterio promovido por los colonizadores europeos, que se atribuyeron derechos legales sobre los pueblos no cristianos después de someterlos, y se señala que su aplicación en juicios data de 1823 en Estados Unidos.
En la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, adoptada por la Asamblea General en 2007, se recoge el reconocimiento al derecho a las tierras y recursos poseídos tradicionalmente por comunidades.
La víspera, en el día inaugural del evento que reúne a mil 500 delegados, se trataron aspectos como la salud sexual y reproductiva de los indígenas y la buena gobernanza, este último, tema central del Foro previsto hasta el 23 de mayo.
Sobre la salud sexual y reproductiva, trascendió que pese a la poca información disponible, existe consenso en que la mortalidad materna, la falta de acceso a la planificación familiar voluntaria, a métodos anticonceptivos modernos y a tratamientos para el VIH/Sida afectan de manera desproporcionada a los originarios.
Respecto a la buena gobernanza, la presidenta del Foro Permanente de Naciones Unidas para Asuntos Indígenas, la nativa de Alaska (tribu Inuit) Dalee Sambo Dorough, estimó que debe traducirse en una gestión transparente, responsable, inclusiva y respetuosa del medio ambiente por los gobiernos.
Pasa además por hacer realidad lo plasmado en la Declaración Universal, expresó en un encuentro con periodistas acreditados aquí.
Por su parte, la integrante de la comunidad masái en Tanzania Martha Lekitony Ntoipo advirtió ante una pregunta de Prensa Latina que la clave para entender los problemas de los originarios pudiera resumirse «en que se les niega su derecho a existir».
No se reconoce a los indígenas y sus necesidades de salud y educación, tampoco se respeta su hábitat natural, lo cual explica los desplazamientos forzados para explotar de forma desmesurada los recursos del subsuelo donde se ubican sus comunidades, denunció.
La cuestión de la industria extractiva y su impacto negativo en los indígenas fue otro de los temas colocados en la palestra durante la jornada inaugural del evento.
Para el presidente de la Asamblea General de la ONU, John Ashe, la comunidad internacional vive un buen momento para corregir las injusticias con los pueblos originarios, porque se ejecuta el proceso de diseñar la agenda de desarrollo sostenible post-2015.