Managua/AFP
Comunidades indígenas del Caribe de Nicaragua se han organizado para defender sus tierras de la «masiva invasión» de colonos, denunció una dirigente de derechos humanos.
Los colonos «han atacado a comunidades enteras que han tenido que defenderse» de la intrusión de personas que buscan apropiarse de recursos en sus territorios, dijo a la AFP la presidenta del Centro por la Justicia y Derechos Humanos de la Costa Atlántica de Nicaragua, (Cejudhcan), Lottie Cunningham.
La violencia aumentó hace tres años cuando colonos comenzaron a atacar a las comunidades con «armas de alto calibre» y obligaron a los aldeanos a defenderse con armas hechizas y rifles de caza, indicó
«Ellos pasan vigilando sus comunidades para no ser sorprendidos y atacados» por los invasores, dijo Cunningham, quien fundó Cejudhcan en 2003 para defender los derechos de estas comunidades, ubicadas a lo largo de la frontera con Honduras.
En el Caribe nicaragüense viven más 170.000 indígenas misquitos, de los cuales 10.600 han sido asediados desde el 2011 por los colonos, a pesar de que «hemos denunciado los casos ante la policía y Ministerio Público», dijo la activista.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos dictó medidas cautelares en favor de 12 comunidades, así como de Cunningham y de otros activistas de su organización, aunque la líder social denunció que no han sido atendidas por el Estado de Nicaragua.
«Nosotros hemos sufrido amenazas de muerte y recibido cartas anónimas con simbologías del partido de gobierno por informar esta situación de las comunidades en los medios de comunicación», dijo Cunningham.
La denuncia se da en medio de la ola de violentas protestas en el país que dejaron 34 muertos desde el 18 de abril pasado. Las manifestaciones iniciaron por el rechazo de la población a una reforma al quebrado sistema de seguridad social, que incluía aumentos en las cuotas obreras y patronales.