San José/AFP
Representantes de los indígenas mískito de Nicaragua urgieron al gobierno de Managua a proteger a esa comunidad, ante la amenaza de ganaderos y mineros que han cometido asesinatos y secuestros para apropiarse de sus tierras.
«Pedimos que Nicaragua cumpla su compromiso internacional, que asuma su responsabilidad y obligación de garantizar el respeto de los derechos de los indígenas» declaró la representante mískito Lottie Cunningham en una conferencia de prensa en Costa Rica, junto a miembros del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL).
Las comunidades indígenas del Caribe Norte de Nicaragua han sufrido asesinatos, secuestros, lesiones, abusos sexuales y desplazamientos forzados de sus tierras por la invasión de los colonos, aseguró Cunningham, del Centro por la Justicia y los Derechos Humanos de la Costa Atlántica de Nicaragua.
Recordó que 12 comunidades mískito pidieron el año pasado medidas cautelares para resguardar sus derechos a la vida y a la tierra. Las medidas fueron ordenadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humaos (CIDH) el 1 de octubre de 2015, y reiteradas en enero y agosto de este año.
«Sin embargo, como el estado de Nicaragua no ha cumplido estas medidas cautelares, solicitamos medidas provisionales a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, y la Corte las otorgó» el pasado 1 de setiembre, indicó Cunningham.
En su fallo, la Corte ordenó a Nicaragua adoptar acciones para erradicar la violencia y facilitar el regreso a sus tierras de las personas forzadas a abandonarlas.
Pidió también a Managua reunir la información que le permita diagnosticar las fuentes del conflicto entre los indígenas y los colonos, para buscar una solución al conflicto.
Según Cunningham, los colonos son grupos no indígenas que intentan ocupar las tierras mískitas para la explotación ganadera y minera a pequeña escala.