Caralvá
Fundador
Suplemento Tres mil
Compararemos algunos criterios de los filósofos para describir la palabra indigente, referida a la precariedad que califica la falta de consistencia en algunos razonamientos cotidianos, esa palabra no es exclusiva de una clase social, sino se refiere a la humanidad, por ejemplo: nuestro planeta es indigente ante la amenaza nuclear, pero nadie se considera en esa condición incluso en las naciones más próximas a ese desastre, las noticias alarmantes de la península de Corea señalan que “hundirán islas completas” con esos artefactos… esa exposición de vulnerabilidad masiva es indigencia social..
Libertad e indigencia: “La distancia respecto de las cosas, el lenguaje, la anticipación de la experiencia, la explicación científica, a fin de cuentas, sólo son comprensibles a partir de la experiencia de la libertad… El hombre crea y trabaja a partir de la libertad hasta allí donde se pone de espaldas a la misma. La libertad no es un privilegio aristocrático, sino que se vuelve hacia todos y vale para todos. Sin ella el hombre no sería hombre. La “dignidad humana” proviene sólo de esta experiencia, incluso allí donde no se es consciente de ella, y no del hecho de que el hombre sea el más poderosos de los vivientes. De otro modo, el hombre podría ciertamente cumplir con las convenciones de la solidaridad y del trabajo en común, pero esencialmente, en la intimidad de su espíritu, sabría de su indigencia, de la indigencia de su posición de ser mortal, del saber limitado, expuesto a las contingencias del contexto social. Libertad y Sacrificio / Jan Patočka – Salamanca: Ed.Sigueme, 2007 pág 86
Mientras Xavier Zubiri anota sobre el tema: (en relación al ser vivo) … “El momento decisivo está en que el incremento de esa independencia conduce a la separación: es el alumbramiento, en el cual el medio externo se dilata, pero en el que el control queda como en suspenso dentro de su nuevo medio, dejando al nuevo viviente en estricta situación de indigencia. Aquí las situaciones vitales no son insostenibles solamente por la movilidad del soma, sino además por indigencia. A partir de este momento, la vida entra en una nueva fase, en que la necesidad de control la lleva de vuelta a la madre, bajo la forma de dos instintos fundamentales: el sustento y el amparo. Pero la indigencia no lleva solamente a la vuelta de la madre, sino a la organización de la respuesta, que va dando al medio. Escritos filosóficos II /Ignacio Ellacuría – San Salvador: UCA, 2007 pág 306-307.
La característica principal de los anteriores enunciados es concientización de la indigencia del “otro”, no solo por la condición externa sino también la interna, desde el nacimiento hasta la muerte a nuestro alrededor coexiste la indigencia material y espiritual, nacional e internacional, que bien afirma Jan Patočka: “este es un planeta de indigentes”. Emerge un tema secular convergente al tema Humanidad-Alma.. “El hombre con alma no es, pues, sólo aquél que tiene sentido del otro en su indigencia, en su despojamiento patente. El hombre con alma tiene también el sentido del misterio esencial de todas las cosas… Se trata, en cambio de la comprensión de que todas nuestras claves se quedan cortas en relación con la riqueza que se abre ante nosotros”. Pág 248 Libertad y sacrificio.