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Indignación mundial tras sangriento bombardeo en Siria contra un campo de desplazados

Por Karam al-Masri/Rana Moussaoui

Alepo/Beirut/AFP

La comunidad internacional expresó el viernes su indignación por los bombardeos que mataron a 28 personas en un campo de desplazados del norte de Siria, calificados de «crimen de guerra» por la ONU.

En este país sumido en un sangriento conflicto desde hace cinco años, al menos 73 personas murieron en las últimas 24 horas en una batalla entre las fuerzas del gobierno de Bashar al Asad y el Frente Al Nosra, brazo sirio de Al Qaida, en una zona situada al sur de Alepo, indicó el viernes el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

El jueves por la noche, el menos 28 civiles, entre ellos varios niños, murieron en ataques probablemente aéreos contra un campo de desplazados que huían de los combates en la provincia de Idleb (noroeste).

No se sabe aún quién está detrás de estos bombardeos, cerca de la ciudad de Sarmada, fronteriza con Turquía. Aviones del gobierno, de Rusia y de la coalición internacional liderada por Estados Unidos surcan el cielo sirio.

El gobierno negó el viernes cualquier implicación. El ejército acusó incluso a los rebeldes de proceder recientemente a «ataques contra objetivos civiles» para luego poder acusar al gobierno de Damasco. Sin embargo los rebeldes carecen de aviones.

Rusia aseguró también este viernes que ningún avión ruso o sirio sobrevoló el jueves la zona donde está el campo de desplazados.

«Ninguna nave rusa u otra sobrevoló» esa zona, aseguró el portavoz del ministerio ruso de Defensa, Igor Konashenkov, quien añadió que el campo pudo ser víctima de un ataque «premeditado o accidental de artillería» de los yihadistas del Frente Al Nosra. Por su parte, los rebeldes sirios acusan del bombardeo al gobierno de Damasco

Los videos colgados en internet por militantes, y que son presentados como los de este drama, muestran tiendas azules destrozadas, en llamas, de las que se elevan espesas humaredas negras, entre gritos de hombres y llantos de niños.

‘Que Dios los maldiga’

«¡Que Dios los maldiga!», se puede escuchar en esos videos. «¿Dónde están las ONG (internacionales)?», grita un hombre.

Varios voluntarios, con cubos de agua, tratan de apagar las llamas en el destrozado campo, donde se ve a heridos, entre ellos muchas mujeres, gritando de dolor.

En otro video, otros socorristas colocan una manta sobre cuerpos carbonizados. Un cuerpo de niño, cubierto de sangre y barro, con los miembros arrancados, es también mostrado en las imágenes.

Estos bombardeos son un «crimen de guerra», estimó el viernes el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.

«Estos campamentos de tiendas están instalados en este lugar desde hace varias semanas y pueden verse fácilmente desde el cielo, así que es extremadamente improbable que esos ataques mortíferos sean accidentales. Es mucho más probable que sean deliberados y constituyan un crimen de guerra», afirmó Zeid Ra’ad Al Hussein en un comunicado.

El jefe de la diplomacia británica se declaró «horrorizado» por el bombardeo, que atribuyó al gobierno de Asad. «El desprecio del gobierno de Asad por los esfuerzos para restablecer la tregua es visible para todos», dijo.

Stephen O’Brien, responsable de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios, coincidió en que este ataque «podría constituir un crimen de guerra» y pidió una investigación inmediata.

La Unión Europea calificó el ataque de «inaceptable» y Estados Unidos indicó que, aunque no está confirmada la autoría del gobierno sirio en el bombardeo, este corresponde «totalmente» con sus operaciones anteriores.

La guerra en Siria, que desde 2011 ha causado más de 270.000 muertos, ha obligado a huir a millones de personas, provocando un desastre humanitario que se ha extendido hasta la misma Europa.

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