Bruselas / AFP
Un millar de personas se manifestaron contra el cambio climático el viernes en Bruselas, convocadas por la organización «Youth for Climate», y aprovecharon para criticar los comentarios del jefe de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, sobre el «síndrome Greta»
Borrell, de 72 años, causó revuelo al utilizar el miércoles en un debate público en el Parlamento Europeo esta fórmula que hace referencia a la joven activista sueca Greta Thunberg.
«Está muy bien salir a manifestarse contra el cambio climático hasta que te piden pagar por él», declaró, sugiriendo que los jóvenes que salen a la calle no son conscientes de la complejidad de la transición energética.
Esto «puede llamarse ‘síndrome Greta'», dijo.
«¿Estos jóvenes son conscientes de lo que costarán estas medidas?», abundó el exministro de Relaciones Exteriores español.
El viernes, tras la polémica que causaron estos comentarios, Borrell tuiteó un mensaje con su «total apoyo» a los movimientos de jóvenes que luchan contra el cambio climático y que «inspiran a políticos y sociedades».
El grupo de los eurodiputados de Los Verdes, que difundió el controvertido video, exigió a Borrell que dé una «explicación completa» la semana que viene, en una sesión plenaria en el Parlamento de Estrasburgo.
«Estos comentarios (…) son inaceptables de la parte de un representante de la UE», añadieron estos eurodiputados en Twitter.
En la manifestación de este viernes en Bruselas, donde participaron unas 1.000 personas, según la policía, las afirmaciones de Borrell no cayeron bien.
Anuna De Wever, líder de la movilización de los estudiantes en Bélgica, consideró «completamente ridículo» que un responsable europeo pueda hablar del coste de esta problemática.
«Todos los científicos dicen que si no hacemos nada, esto nos costará realmente mucho más caro», afirmó a la AFP esta chica de 18 años.
Según ella, Borrell «sabe que no hay alternativa y que la humanidad dejará de existir si no resolvemos la crisis climática».
La generación que se manifiesta es totalmente consciente de que el futuro sin energías fósiles tiene un precio, dijo Anuna De Wever, y «evidentemente queremos pagar este precio».