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Redacción Nacionales
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Pese a que la economía enfrenta una de las peores crisis debido a la pandemia del COVID-19, la Industria Farmacéutica Salvadoreña (INQUIFAR) destacó un crecimiento de este sector durante 2020, las exportaciones tuvieron un monto de $180.76 millones. Dicho crecimiento fue sobre el 19% registrado en 2019.
Doris de Rivera, economista y asesora de INQUIFAR, señaló que el crecimiento no solo fue en valor económico, sino también en volumen, alcanzando 25,236 toneladas que equivale al 28%. Es una industria que ya estaba en la ruta del crecimiento, de 2010 hasta 2018 fue del 29%, lo cual es posible con plantas operando 24/7 y una producción acorde a las necesidades de la pandemia.
“La exportación no termina con enviar el contenedor, sino cuando hay recompra y el consumidor en el punto de venta se lleva el medicamento, pero regresa nuevamente y lo vuelve a comprar. Si las exportaciones aumentaron un año y al siguiente vuelven a crecer, quiere decir que hay un posicionamiento, el apoyo que los exportadores necesitan en el mercado es clave”, sostuvo.
Según el informe de INQUIFAR, en 2020 incrementó la venta de vitaminas, cuyo precio es menor comparado con otros medicamentos; pues el precio de los combustibles que estuvieron a la baja durante ese tiempo permitió reducir esos costos.
Rivera detalló Guatemala es el principal destino de las exportaciones en la región centroamericana con $49.84 millones, mientras que Estados Unidos es el país fuera de Centroamérica donde se envían los productos con $13.49 millones y República Dominicana con $9.34 millones. “Los salvadoreños en el exterior prefieren y sienten más confianza en comprar un medicamento que antes compraban en El Salvador, prefieren la marca del país, ahora nos queda aprovechar ese sentimiento y vinculación que existe con el medicamento producido en el país”, reiteró la economista.
La presidenta de INQUIFAR, Carmen Estela Pérez, dijo que la respuesta de la industria farmacéutica ante los cambios del COVID-19 es digna de ser celebrada, en tiempo record se reconvirtió para suministrar a la población los medicamentos que necesitaba en el momento preciso, el virus ha hecho aprender rápidamente sobre los tratamientos y medidas de prevención.
Añadió que las medidas de confinamiento no podían parar las plantas, las personas necesitaban el medicamento que supliera su necesidad, en los momentos más duros de la pandemia donde se paralizó el transporte colectivo, las empresas farmacéuticas facilitaron transporte al personal para no para la producción y no afectar el abastecimiento del mercado.
“Con la llegada de este virus mortal pareciera que se olvidó por un momento el resto de padecimientos del que adolecen muchos salvadoreños, los medicamentos para el tratamiento de las enfermedades crónicas no transmisibles estuvieron accesibles y al alcance de los pacientes, sin descuidar el abastecimiento de insumos como alcohol gel y multivitamínicos para hacer frente al coronavirus”, afirmó Pérez.
Asimismo, indicó que en 2020 la industria farmacéutica logró una estabilidad laboral, mantuvo activa la planta de colaboradores sin perjudicar los ingresos de ellos y sus familias, no hubo despidos masivos ni cesantes laborales, al contrario, generó nuevos puestos de trabajo, el mayor número de empleos se registró en marzo y el menor en diciembre.
