Saúl León Dubón
Los últimos debates para elegir al candidato presidencial de los dos partidos en contienda por la Casa Blanca son de gran relevancia, seek considerando el comienzo de las elecciones primarias en Febrero en estados claves como Iowa y New Hampshire. De este punto al futuro, los contendientes ya no medirán sus expectativas a través de encuestas, serán los resultados los que dictarán el devenir de la carrera por la nominación. Los candidatos analizaron temas domésticos así como de política exterior entre otros. Sin embargo, y sin que sea ninguna sorpresa, el espacio dedicado a hablar sobre Latino América (y mucho menos Centro América) fue casi inexistente.
En el caso de los Republicanos, la retórica acerca de Latinoamérica se limita a hablar de la reforma migratoria. Desde las posturas anti inmigrantes ya conocidas de Donald Trump hasta las ideas quizás mayormente conciliadoras de Jeb Bush. Todos los candidatos se refieren a que se tiene que “asegurar la frontera” antes de cualquier reforma migratoria. Según los Republicanos, mientras no exista una muralla ultra militarizada y con tecnología de punta entre Estados Unidos y México, no puede existir un debate sobre que se tiene que hacer con respecto a los indocumentados de mayoría hispanoamericana.
En cuanto a la relación con los países del Hemisferio, de lo poco o quizás único que han mencionado, es la crítica feroz contra el presidente Obama por la apertura de relaciones con Cuba, a quien consideran un régimen antidemocrático y opresivo.
Los candidatos cubano-americanos, Marco Rubio y Ted Cruz, han dicho que de resultar electos como presidentes, el acercamiento actual entre Cuba y Estados Unidos se cerrará y volverán al hielo de las últimas cinco décadas. Sobre los demás países de la región, se discute poco o nada.
Los Demócratas no se escapan de este silencio. De los dos candidatos con oportunidad real de ganar, Bernie Sanders y Hillary Clinton, ninguno ha mencionado a Latinoamérica en su plataforma electoral durante los debates. Sanders ha enfocado su discurso en atacar el capital financiero de Wall Street y fortalecer la clase media. Hillary se declara como capitalista pero enfocando su ideario en una mejor repartición de la riqueza. Sanders ha sido señalado como un inexperto en política exterior y Hillary usa a su favor toda la experiencia acumulada como Primera Dama, Senadora y Secretaria de Estado respectivamente. Las últimas encuestas han favorecido al septuagenario Senador pero está aún lejos de alcanzar a Clinton.
Grupos pro inmigrantes han acusado a Hillary y los Demócratas en general de ser hipócritas en cuanto al tema de inmigración, dicen estar en favor de una reforma integral, incluso un sector liberal del partido Demócrata habla de otorgar ciudadanía a todos, pero es más un discurso demagogo, ya que en la práctica no hacen un esfuerzo real para pactar con los Republicanos en el Senado por una reforma migratoria pragmática. En cuanto al resto de Latinoamérica y Cuba, ambos hablan de un continuismo de Barack Obama en su apertura con la isla y los otros programas de cooperación con los demás países. Sin embargo, el tema hispano y sus países no se discute en los debates, que es cuando tienen la atención de la mayoría del electorado. Asimismo, los votantes hispanos ya no se dejan llevar ciegamente por las promesas de los Demócratas, una campaña de la candidata denominada “La abuela Hillary” (haciendo alusión a que Clinton es como la tradicional abuelita Latina que nos consuela y ayuda) recibió un rechazo generalizado de la comunidad hispana, al considerarla solo una artimaña para ganarse el voto pero sin proponer nada sustancial para solucionar el problema.
Entonces, ¿Qué pasa con Washington y su relación con Latinoamérica? ¿Es acaso tan insignificante la importancia Geopolítica, cultural y económica del Hemisferio Occidental para Washington? Definitivamente estas son preguntas para otro análisis, sin embargo, existen algunos datos que nos puedan ayudar a entender la exposición mediática del tema Hispanoamérica en la sociedad norteamericana anglosajona. Aunque según los últimos censos, el 18% de la población global de Estados Unidos es hispana y la tendencia va al alza. Quiere decir que sobrepasa la minoría de afroamericanos que es del 11%, a pesar de estos datos, mediáticamente se habla poco o nada de lo que pasa al sur de la frontera.
Un ejemplo es la poca cobertura que tuvo la noticia de la re captura del “Chapo Guzmán”” en las de cadenas de mayor cobertura. A lo mucho fue uno de los titulares durante ese día, pero paso a segundo plano rápidamente.
En el día a día de un ciudadano estadounidense no es importante el sur a menos que le afecte a los ciudadanos que viven cerca de la frontera. Existe mayor atención al convulso medio oriente y los mercados asiáticos. Entonces, no es sorpresa que nuestra región pase desapercibida durante los debates, y es evidente que esta tendencia continuará, salvo entrevisten a los candidatos en las cadenas de español. Lo anterior también explica que individuos como Donald Trump puedan decir lo que quieran, ya que sabe que en esta etapa de la contienda no le afectará en sus aspiraciones.
Falta mucho aun por recorrer en la carrera por la elección interna y general de los candidatos, estos meses serán determinantes y veremos hasta el final cual será el proyecto final para los hispanos cuando se tengan los resultados finales de ambos partidos. Los latinos no deben olvida esta etapa, aunque por lo visto hasta este momento no existe una opción que presente una política clara y tangible para la región.