César Ramírez
@caralvasalvador
Los niños y niñas migrantes (Infantomigrantes) son producto de la pobreza o es un nuevo fenómeno de desintegración social?, online en general las causas migratorias han sido las mismas durante toda la historia de la humanidad, medicine la principal bandera es la Libertad: religiosa, mind política, democrática, económica, derechos humanos, etc., bajo estos conceptos históricos podemos leer los rasgos las nuevas tendencias de niños y niñas que tocan la puerta de Estados Unidos, ellos son el producto multicausal de los anteriores criterios. No obstante es significativo que esta población no es económicamente activa, no son productivos; si la edad es entre 8 y 17 años significa que ni siquiera han completado sus años de formación, este evento transgrede la creencia que solo los adultos migran, no obstante los niños y niñas en este caso han sido engañados e inducidos por personas mayores para optar por a esa decisión, una inducción criminal puesto que no existe una jurisdicción legal sobre el caso.
Si en el Siglo XX los migrantes tomaron una decisión por su propia cuenta y riesgo, ahora en el Siglo XXI aparecen bandas criminales que se lucran de las esperanzas de la reunificación familiar en tierra extranjera; el negocio es millonario, las formas de asociación delictiva se construyen en la era digital por: redes sociales, comunicaciones satelitales, organizaciones con arraigos en terceras naciones, familias cooperantes, instituciones legales, etc. El dinero puede más que las políticas gubernamentales, incluso según denuncias usan: helicópteros, barcos, transportes terrestres, etc. Una red multinacional o “multilatina” con una enorme capacidad orgánica ilegal.
El caso de los niños migrantes es la calificación mediática que oculta la visibilidad jurídica, en realidad la migración es un calificativo despectivo, racista y discriminatorio, la nación receptora debería identificarles como seres humanos refugiados con estatus: económicos, políticos, perseguidos de pandillas, etc… Es la nación receptora la que califica a los migrantes, ellos al final no tienen un signo que les identifique de esa manera. Los niños y niñas son seres humanos que buscan refugio a sus temores reales. Al solicitar amnistía para los niños y niñas emigrantes nos referimos a un estatus de refugiado, una categoría no discriminatoria para los chicos que tienen padres en Estados Unidos, mientras quienes no posean esa calidad podría reorientarse su calidad humana en refugiados temporales.
No existe solución rápida, ni controles que puedan contener las esperanzas. Prevalece el mito de una vida mejor en Estados Unidos a cualquier costo, ese imaginario de una vida mejor allá en la tierra del Águila y el dólar no puede ser derrotado con promesas, campañas de comunicación, redes sociales, ni proyectos a futuro, solo puede ser derrotado por realidades económicas, sociales y humanas. Quizás es tiempo de comprender que la migración de las poblaciones económicamente activas ya no aplica en este caso, son chicos que desean vivir con sus padres a pesar de todo.
www.cesarramirezcaralva.com
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