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El ministro de Economía, Tharsis Salomón López, junto al presidente del Banco Central de Reserva (BCR), Oscar Cabrera; el presidente de la Organismo Promotor de Exportaciones e Inversiones de El Salvador (PROESA), Sigfrido Reyes y el Secretario Técnico de la Presidencia en funciones, Alberto Enríquez, participó en el informe económico al tercer trimestre de 2016.
El ministro mencionó que “el sector construcción ha recuperado su crecimiento y eso dinamiza diversos subsectores de la economía” y agregó “el crecimiento de la inversión demuestra confianza y que El Salvador es atractivo”.
Según el BCR, el Producto Interno Bruto (PIB) de El Salvador del tercer trimestre de 2.5% es similar a la tasa observada en los dos trimestres previos y se encuentra en línea con la tasa estimada para el cierre de año.
Los datos muestran que todas las ramas de actividad económica crecieron durante el tercer trimestre, destacando el sector agropecuario con una tasa de 5%, favorecido por las condiciones climáticas; otros sectores con tasas de crecimiento importantes son servicios comunales (3.2%) y de apoyo a la empresa (2.6%), así como el comercio (2.8%) y la construcción (3.2%), sectores dinamizados por las demandas de otros actividades al interior de la economía y la industria manufacturera (2.3%).
Proyecciones macroeconómicas
Para 2017 se espera un crecimiento económico de 2.4%, denotando la estabilización del crecimiento económico cercano al 2.5% y por arriba de su crecimiento potencial, posibilitado por el repunte esperado en la demanda externa y una leve suavización de la demanda interna.
Entre los eventos económicos favorables externos esperados está el crecimiento económico real de Estados Unidos en torno al 2.15%, superior a la estimación del año actual (1.5%) y la fortaleza del mercado laboral.
Los riesgos de un menor crecimiento pueden provenir del entorno internacional, especialmente derivado de la desaceleración en el comercio mundial, la prolongación en expectativas decrecientes de actividad económica de nuestros principales socios comerciales, aumentos en tasas de interés internacionales y en precios del petróleo, por arriba del esperado y la lenta recuperación en precios de principales materias primas de exportación del país.
Asimismo, los riesgos internos que pueden incidir en las proyecciones de crecimiento abarcan la potencial falta de consensos económicos, elevada vulnerabilidad ante desastres naturales y un ajuste fiscal alto que restrinja el crecimiento económico.