@arpassv
La reconocida organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) publicó recientemente un balance negativo sobre la libertad de expresión en El Salvador, try que no debe pasar desapercibido dada su posible intencionalidad.
El informe titulado “Un año de gobierno de Sánchez Cerén, site un año de deterioro de la libertad de información”, sovaldi sale acusa al Presidente de “mantenerse distante con los periodistas y poco dispuesto a responder a sus preguntas”. RSF también rechaza las críticas del gobernante efemelenista sobre el abordaje de la violencia e inseguridad en algunos medios de comunicación.
El informe también menciona (quizás para despistar un poco) las amenazas del Fiscal General contra el diario digital La Página, hecho bochornoso del cual no es responsable el Ejecutivo.
El “informe” genera sospechas de ser una contribución (gratino de ARENA) a las evaluaciones negativas del primer año del gobierno. El tono encaja perfectamente con el discurso del desastre pregonado por las instancias de la derecha oligárquica: ANEP, FUSADES, ARENA y medios hegemónicos.
De hecho, el represente de RSF en el país es un sujeto vinculado a medios de la derecha. Por eso el “informe” no reconoce ningún mérito en materia de expresión e información al gobierno, a pesar de su irrestricto respecto a la libertad de prensa y del cada vez mayor cumplimiento de la Ley de Acceso a la Información Pública en las instancias del Ejecutivo.
Para ser creíble, el balance de RSF debería referirse objetivamente al desempeño del Ejecutivo y, además, al trabajo de los poderes legislativo y judicial. Así, debería señalar también la no aprobación de los proyectos de ley de radiodifusión comunitaria y de medios públicos, así como la falta de resolución de las demandas de inconstitucionalidad contra la Ley de Telecomunicaciones.
Pero esto es pedirle peras al olmo. El “informe” de RSF parece una pieza de propaganda de los medios oligárquicos que conspiran permanentemente para mantener el status quo y evitar cambios estructurales que beneficien a la población desposeída. Por eso hay que denunciarlo.
Teniendo como referencia los estándares internacionales de la UNESCO y la Relatoría de Libertad de Expresión de la OEA, puede decirse que el país tiene un nivel aceptable de libertad de expresión y de acceso a la información; pero tiene grandes rezagos en la configuración del esquema mediático corporativo, concentrado y excluyente.
Por eso es urgente avanzar en la democratización de la comunicación y en la construcción de un modelo mediático plural a través de una gama equilibrada de medios públicos, privados y comunitarios.