Caralvá
Fundador
Suplemento Tres mil
Así se titula un capítulo del libro de Andrei Gromiko memorias, incluye conceptos que caracterizan a esa nación. Evidentemente en el siglo XXI algunas realidades distorsionan el inalterable imaginario del antiguo imperio colonial, reducido ahora a la Commonwealth, que paradójicamente significa comunidad. Un referéndum votado mayoritariamente por una población “adulta mayor” ganó salir de la Unión Europea. Hasta el 9 de julio de 2016 el ministerio de Asuntos Exteriores y de la Commonwealth se pronunció sobre otra petición en el Parlamento británico, para un segundo referéndum, el comunicado afirma que el resultado sobre la salida de la UE celebrado el 23 de junio “debe ser respetado” y que el país debe ahora prepararse para el proceso de salir de la Unión Europea.
En esa nación existen dos partidos dominantes: El Partido Laborista (en inglés, Labour Party) es un partido político de centroizquierda del Reino Unido. Su ideología es el laborismo socialdemócrata, tercera vía etc. Tony Blair fue uno de sus dirigentes y ahora es Jeremy Corbyn; mientras El Partido Conservador, oficialmente llamado Partido Conservador y Unionista, es un partido de centroderecha del Reino Unido. Su ideología es conservadurismo, neoconservadurismo, liberalismo económico, Euroescepticismo suave… entre sus dirigentes se encuentra: Winston Churchil, Margaret Tatcher y David Cameron que recién renunció a su cargo al perder el referéndum de permanecer en Europa (Wikipedia). Para entender el pensamiento inglés tenemos las palabras de Andrei Gromiko: “La Inglaterra es un producto de la Inglaterra de ayer. Las decisiones son un complejo tejido, urdido con mil hilos, a través de los cuales, la burguesía, que es quien realmente gobierna el país, hace valer su influencia sobre los legisladores. De una forma u otra, aquella consigue lo que quiere. Pueden discutirse en el Parlamento durante días y semanas los temas más diversos, que son rechazados, enumerados y cambiados de un punto de vista a otro. Pero al final quedan redondos, en forma de resoluciones brillantes, elegantes, limadas sus asperezas y sin construir un obstáculo para que la clase dirigente siga haciendo de su poder. A veces tienen lugar unas elecciones que producen un crujido y uno piensa que va a ocurrir algo fuera de lo habitual; más, después de cada elección, la burguesía sigue aún en el poder. Y esto es lo único que importa. Los dos principales partidos políticos, el Conservador y el Laborista, se alternan en el gobierno. Los dos saben que cualquiera que sea la mayoría que obtengan en unas elecciones, en alguna futura tendrán minoría. Eso los mantiene atados, visible e invisiblemente, con la misma cuerda. Si uno se fija en el Parlamento, en las fuerzas armadas y en la administración pública, se ve que se regeneran ellos mismos. De hecho, Inglaterra es un vivo ejemplo de la doctrina marxista-leninista sobre la base y la superestructura.
Es más, si uno tiene en cuenta que el capital británico está bien engarzado con el capital americano y que las multinacionales ejercen influencia dañina en el ruedo internacional, se hace aún más claro entonces el trasfondo del sistema británico con sus centros de poder públicos y secretos”. Andrei Gromiko memorias / Andrei Gromiko – Madrid: Ediciones El País, 1989 – pág 192-193. Si el Brexit es un cálculo político del juego electoral, el producto es la incertidumbre en la migración, economía e incluso del futuro en las nuevas generaciones que votaron por permanecer en la Unión Europea.
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