Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
CRISTOSAL informó sobre el inicio de las nuevas exhumaciones en el cantón La Joya, jurisdicción de Meanguera, Morazán, luego que el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), junto a miembros del Instituto de Medicina Legal, culminó las extracciones de restos óseos y exhumaciones óseos y otros fragmentos de metal en el caserío El Barrial, cantón Cerro Pando, también del municipio de Meanguera, Morazán.
El lugar de las exhumaciones en el caserío El Barrial, cantón Cerro Pando, corresponden al lugar en donde se encontraba la vivienda de Pablo Chicas, y en el que trabajó por cinco días el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) y el Instituto de Medicina Legal (IML).
Los cantones Cerro Pando y La Joya, son los sitios aledaños a la masacre de El Mozote, cometida en diciembre de 1981, por el batallón Atlacatl y otras guarniciones militares y Fuerza Aérea, por órdenes del Estado Mayor, que junto a las autoridades gubernamentales desarrollaron una estrategia de terrorismo de Estado, que cobró solo en esa fecha la vida de alrededor de mil personas, que en su mayoría fueron niños y niñas menores de 12 años de edad.
Antonio Aguilar, abogado del equipo de Justicia Transicional de Cristosal, informó que los restos encontrados corresponden al lugar en donde residía la familia Chicas. Y que según, el testigo de la Masacre de El Cerro Pando, afirmó, que en ese lugar fue asesinada una niña de 15 años.
No obstante, los restos óseos recuperados por los equipos de trabajo forense, no podían determinar si los restos pertenecen a la menor, comentó Aguilar.
“Los fragmentos son tan pequeños que no se sabe si logrará hacer el análisis (ADN) para determinar la identidad. No se puede llegar a una conclusión ahorita”, explicó Aguilar, al finalizar la exhumación.
Asimismo, informó que encontraron algunos utensilios de cocina como un molino y piezas de hierro al igual, que trozos de ropa que también serán analizados por los equipos forenses en el laboratorio.
En cuanto a la imposibilidad de encontrar en el lugar los restos de las 16 víctimas de la masacre, en la vivienda de Pablo Chicas, el director de Litigio Estratégico de Cristosal, David Morales, y representante de las víctimas en el Caso de El Mozote y lugares aledaños, aclaró que era complicado encontrar las osamentas porque se trataba de una “fosa secundaria” , que significa que no hubo un entierro de los cuerpos completos propiamente. “Se trató de una inhumación superficial y, por tanto, pudieron perderse por efecto de la erosión”, señaló.
Estas diligencias fueron solicitadas por la Comisión Nacional de Búsqueda de Niños y Niñas Desaparecidos en el Conflicto Armado, ante el Juzgado Segundo de Instrucción de San Francisco Gotera, Morazán, en donde se ventila el caso en el que están acusados 14 militares de alto rango que dirigieron la Fuerza Armada durante el conflicto armado entre 1980 a 1992.
Estas diligencias judiciales fueron ordenadas por la nueva jueza del caso de la Masacre de El Mozote y sitios aledaños, Mirtala Portillo de Cruz, que han planificado realizarlas entre 14 al 25 de febrero del presente año, en los cantones Cerro Pando y La Joya, ambos cantones del Municipio Meanguera, Morazán.