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Hanoi / PL
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, comenzaron el miércoles en Hanoi su segunda cumbre con un encuentro a solas y una cena privada, a ocho meses de la primera en Singapur.
En breves declaraciones a la prensa antes del aparte con Kim, Trump aseguró que las negociaciones serán ‘muy exitosas’.
El gobernante norteamericano dijo que era ‘un honor’ reunirse con el líder norcoreano y señaló que los dos estaban ‘muy satisfechos’ de los avances que han tenido las conversaciones sobre la desnuclearización y la estabilidad de la situación en la península coreana.
Trump aseveró que tiene una ‘relación especial’ con Kim y que ambos estaban ‘muy satisfechos con lo que hemos hecho’.
El líder de la República Popular Democrática de Corea también se mostró optimista sobre el saldo de esta segunda cumbre.
‘Estoy seguro de que esta vez habrá grandes resultados, resultados que serán bien recibidos por todos’, señalo. Lo haré lo mejor que pueda para que ocurra, dijo con una amplia sonrisa.
El encuentro tuvo lugar en el céntrico Metropol de Hanoi, un hotel de típica arquitectura francesa en la época colonial de Vietnam.
Los dos mandatarios se estrecharon las manos teniendo como fondo una hilera de banderas estadounidenses y norcoreanas y desde sendos butacones hicieron las declaraciones a la prensa. Luego se retiraron a una cena privada en la que continuarán conversando.
Aunque de carácter informal, la cita reviste una importancia cardinal para el éxito de la cumbre este jueves, con participación de los miembros de las respectivas delegaciones.
Ese formato es similar al de junio del año pasado en Singapur, en lo que constituyó el primer histórico esfuerzo de las partes por acordar la desnuclearización de la península coreana, pero también la consecución de una paz sostenible allí.
Según expertos, Trump y Kim aún deberán vencer incontables dificultades antes de llegar a aquella meta.
Uno de ellos será llegar a una definición conjunta sobre el término ‘desnuclearización’ y la adopción de mecanismos lógicos de verificación de ese proceso, uno de los reclamos de Corea del Norte, así como el levantamiento de las sanciones de Estados Unidos a ese país.
