Gloria Silvia Orellana
@SilviaCoLatino
La exhumación de los restos de una familia asesinada en el marco de la masacre de El Calabozo, en agosto de 1982, en el cantón Amatitán, de San Esteban Catarina, San Vicente, dio inicio este 29 de octubre, y cuenta con integrantes del Equipo Antropológico de Argentina.
La información sobre las diligencias judiciales fue brindada por el Centro para la Promoción de los Derechos Humanos “Madelein Lagadec” (CPDH) y CRISTOSAL, que declararon a nivel nacional e internacional la esperanza de encontrar la justicia para más de 200 víctimas de un operativo militar denominado “Tierra Quemada” y que se desarrolló entre el 21 y 22 de agosto de 1982, que dio origen a la “Masacre de El Calabozo”.
Fue el 21 de agosto en las márgenes del río Amatitán, en el lugar conocido como El Calabozo, cuando las tropas del ejército salvadoreño colocaron a un centenar de pobladores, y les dispararon a quemarropa en una ejecución sumaria, donde la mayoría fueron lanzados al río o destruyeron sus cuerpos con ácido, según han declarado las víctimas.
La exhumación de los restos fue solicitada por la acusación particular en representación de las víctimas, presentada en el año 2007, que fue aceptada luego de la derogación de la Ley de Amnistía y por sentencia de amparo que ordena investigar la masacre de El Calabozo.
Los sobrevivientes dicen que se persiguió a la población civil con fines de exterminio, extendiéndose durante varios días, lo que impidió que las víctimas fueran enterradas, muchas fueron lanzadas al río Amatitán. Se ha documentado que tras esa masacre el Alto Mando de la Fuerza Armada mencionó públicamente el “éxito” de las operaciones militares. Los militares acusados de esta masacre son el exministro de la Defensa Guillermo García, el jefe del Estado Mayor Rafael Flores Lima, el comandante del BIRI Batallón Belloso Antonio Méndez, comandante del DM-2 Sigifredo Ochoa Pérez, y el comandante de Brigada de Artillería Adalberto Landaverde. Quienes serían responsables de alrededor de 200 asesinatos.