Gloria Silvia Orellana
@SilviaCoLatino
“Estamos trabajando en la laguna (Cuzcachapa) desde hace ya dos años y pues todo esto nace a raíz de la necesidad de recuperar nuestro ojo de agua, porque prácticamente se vio afectado por la tormenta 12-E y los movimientos telúricos”, explicó Hermy Rivas de “MI PROYECTO”, que junto a la Unidad Ecológica Salvadoreña y la Red de Observación Local Ambiental (ROLA) buscan recuperar el microsistema del lugar.
La celebración del Festival Ambiental: Ecológico y Artístico organizada en los contornos de la laguna Cuzcachapa por la sociedad civil y un colectivo de artistas plásticos tuvo como fin unir esfuerzos para devolverle a este cuerpo de agua su funcionalidad ya sea para la pesca, la recreación y el ecoturismo.
El trabajo ciudadano consiste en un voluntariado donde destaca la reforestación, el riego, el chapeo y la recuperación del ecosistema, a las personas que vienen los fines de semana a descansar, andar en bicicleta o simplemente a caminar, les pedimos también, que la basura no la deje en los contornos del laguna o se la lleve o la deposite correctamente en los recipientes que se han diseminado en la zona”, afirmó.
En el marco del Festival Ambiental se abordaron otros temas como agrotóxicos en la agricultura salvadoreña. Dolores Romero, de la UNES, disertó sobre la necesidad de abordar el tema de manera integral y salvar a la semilla nativa de estos pesticidas y las semillas transgénicas de las transnacionales de la agroindustria.
“Con la Revolución Verde las transnacionales vinieron a quitar nuestras semillas y matar el suelo salvadoreño, no nos equivoquemos, la milpa del campesino no solo es maíz, es donde están los frijoles, verduras, y arbustos como la mora, el chipilín, esa es la verdadera milpa del campesino y ahora, quieren sembrar solo maíz, entonces eso es un monocultivo y esa es la idea que la revolución verde nos ha vendido con sus agrotóxicos que vienen a matar la biodiversidad y eso mata hasta a las persona porque todos esos agrotóxicos contaminan los alimentos que comemos”, expresó.
La energía renovable es un tema ineludible, ya que el calentamiento global tiene implícito el uso desmedido de los combustibles fósiles, por tanto, las medidas alternativas como las cocinas ahorradoras de leña, las ollas solares y uso de energía renovable como el sol, el agua y el viento.
Sobre esa idea, Carolina Amaya, de la UNES, explicó que al fomentar las energías alternativas y sustentables podrían sacar adelante el país, luego el planeta, a fin de entregar un mejor futuro a las nuevas generaciones.
“La deforestación y la contaminación son dos grandes problemas que afectan a la laguna y hemos traído acá, acciones prácticas y demostrativas de una cocina ecológica ahorradora de leña donde solo utilizamos pedazos de madera, o sea, que nadie quiere o valora hasta podría decirse que se ve como basura, entonces, con estos pequeños trozos tenemos un buen fuego y estamos ahorrando un 80% de leña, que es energía; ¿Y por qué es importante?, porque si hay más árboles, habrá más agua y oxígeno y prevenimos la contaminación y protegemos la salud del aparato respiratorio de las mujeres que cocinan con leña, al reducir el humo”, acotó.
Mientras, en una base de cartón forrada de papel aluminio una olla solar es la mejor alternativa de cocinar alimentos captando solo la energía del sol, a partir que el país cuenta con 200 días de sol pleno y solo 40 días nublados en cifras aproximadas, como propuesta de ahorro de leña, explicó Amaya.
“Con la energía solar no se pagan facturas, no se acarrea leña y no se deforesta el medio ambiente, en estos recipientes se pueden cocer plátano, arroz, vegetales y pollo, y solo ocupando el papel aluminio forrando un cartón y que rodee totalmente la olla, y le den directamente los rayos del sol por unas horas, aquí no hay nada de tecnología, es simple luz solar; claro los tiempos son relativos dependiendo de cómo esté el sol… hemos comprobado que en una hora podemos cocinar el arroz, y en la costa puede cocinarse en una hora como los vegetales, los frijoles solo que con estos la recomendación es dejarlos un día antes en agua y luego solo la energía solar”, explicó.
La Laguna Cuzcachapa es un proyecto de la sociedad civil, que involucra a muchos jóvenes que desde su proyecto esperan dar un cambio en el manejo del medio ambiente del lugar, por lo que esperan el apoyo de las instituciones involucradas en cuidar de los recursos naturales del territorio.
Guadalupe Álvarez, de ROLA, es colaboradora y voluntaria, y junto a MI PROYECTO, es una red de observación local que se encuentra trabajando en coordinación con el Ministerio de Medio Ambiente (MARN) para monitorear el comportamiento del ojo de agua.
“Nos sentimos complacidos, por eso y en mi voluntariado con la laguna Cuzcachapa hago múltiples trabajos como recolectar la basura, el aseo de la zona e involucrarme en las campañas en pro del medio ambiente, donde muchas personas, iglesias y grupos sociales luchamos fuertemente para lograr una diferencia para los visitantes y lugareños”, puntualizó.
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