Managua/AFP
El juicio contra un pastor y cuatro feligreses que quemaron a una mujer en un ritual religioso en una remota comunidad del Caribe nicaragüense comenzó en medio de protestas de grupos feministas.
El proceso, que se ventila en un juzgado de la capital, se inició con un maratón de testimonios de más de 17 testigos, entre ellos familiares de Vilma Trujillo, quien murió como consecuencia de las quemaduras de segundo y tercer grado el 28 de febrero.
«Tengo sed», fue lo último que dijo la campesina de 25 años y madre de dos hijos, a su padre Catalino Trujillo, según contó éste ante los miembros del jurado que serán los responsables de dictar sentencia en un caso que conmovió al país.
Fotos de Trujillo con quemaduras en todo el cuerpo, restos de sus prendas intimas quemadas, una cuerda, imágenes de la escena del crimen, así como testimonios de peritos forenses e investigadores de la policía fueron presentadas por la fiscalía.
La fiscalía acusa al pastor Juan Rocha, sus dos hermanos Pedro y Tomasa Rocha, Franklin Jarquin y Esneida Orozco de secuestro y asesinato.
Los abogados de la defensa niegan toda responsabilidad de sus clientes en los hechos que se les imputan y aseguran que fue la misma Trujillo quien se lanzó a la hoguera.
«No la empujaron. Ella por su violencia (por problemas mentales) la indujo a irse al fuego, porque es inconcebible que 20 personas que estaban ahí (en la capilla) no le ayudaran», dijo a periodistas la abogada del pastor Rocha, Marjourie Taja.
El defensor de Orozco, Isidro Trujillo, alegó que su cliente es inocente de los cargos que le imputa la fiscalía. «Soñar no es delito porque una revelación es eso, un sueño».
Orozco fue la feligresa que habría dicho al pastor que tuvo una revelación en la que «Dios le había revelado que debían encender una hoguera y lanzar a la víctima al fuego para que el demonio que la tenía poseída la liberara».
El jurista asegura que el caso está plagado de inconsistencias y acusó a la fiscalía de tener una «actitud mal intencionada» y de «errores investigativos».
Grupos feministas realizaron un plantón frente al tribunal demandando justicia bajo la consigna de que «no fue una revelación, fue odio del pastor».
Las deliberaciones continuaban en la noche del martes en un proceso que la defensa calificó de «lento» por la cantidad de testigos y forma de interrogatorio de la fiscalía.