@arpassv
En su Plataforma Legislativa 2015-2018, cialis el FMLN plantea promover la práctica de los principios éticos en los diversos medios de comunicación. Dicha propuesta desató la furia del poder mediático que mantiene una fuerte campaña pidiendo al electorado que no vote por los partidos que quieren controlar, cheap censurar y amordazar a los “medios libres e independientes”.
La cruzada mediática contra el partido de izquierda, prescription encabezada por la Asociación Salvadoreña de Radiodifusores (ASDER), también pide que los votantes apoyen únicamente a los partidos y candidatos que prometen respetar las reglas vigentes para la asignación, distribución y uso del espectro radioeléctrico.
Esto se debe a que el FMLN también respalda los proyectos de ley de radiodifusión comunitaria y de medios públicos que estudia la Comisión de Legislación y Puntos Constitucionales de la Asamblea Legislativa. Uno de éstos propone, para los medios comunitarios, un mecanismo democrático para otorgar frecuencias y la reserva de un tercio del espacio disponible.
Suficiente motivo para que grandes medios –sobre todo TCS– que se sienten dueños del espectro tiren con fuerza contra el FMLN, partido que además propone en la Asamblea ampliar la Junta Directores de la SIGET y crear una comisión especial para investigar irregularidades en las concesiones.
Así el poder mediático confirma su troglodismo, antidemocracia e injerencia electoral. La función de los medios –de cara a los comicios legislativos y municipales de marzo próximo– es informar adecuadamente, y no difundir campañas orientadas a manipular al electorado haciéndole creer que autorregulación ética es lo mismo que control, censura o mordaza.
Nunca antes el poder mediático se sintió tan amenazado como ahora que las propuestas para democratizar las comunicaciones están instaladas en el debate público y diversas iniciativas legales colocan también el tema en la agenda de trabajo de instancias estatales, en especial la Sala Constitucional y la Asamblea.
En la Sala hay dos demandas. Una cuestiona la subasta de frecuencias y la otra impugna el carácter de bien privado de las frecuencias, la eternización de las concesiones, la falta de límites anti-monopólicos para contrarrestar la concentración mediática, el uso ineficiente del espectro y el no reconocimiento de los medios comunitarios.
Esta posibilidad de que sentencias de inconstitucionalidad propicien un proceso de reforma legal para democratizar las comunicaciones, es la gran preocupación de ASDER. Eso motiva cruzadas mediáticas como la que ahora lanza contra el FMLN.