Yanuario Gómez
@DiarioCoLatino
Representantes del Instituto Salvadoreño del Migrante (INSAMI) afirmaron que las oportunidades de inserción social de los migrantes retornados al país es mínima, además de que no fueron tomados en cuenta en los programas gubernamentales de apoyo a la población en torno a la emergencia por COVID-19.
César Ríos (director del INSAMI) afirmó que desde el inicio de impacto de la pandemia en el país detectaron que el 50 % de los migrantes no se benefició del subsidio de $300 para alimentación ni de la canasta básica, brindados por el Gobierno.
“Quiere decir que, a la hora de elaborar las bases de datos, la población retornada no aparece entre los segmentos poblacionales que necesitan ayuda en el país, por esto las instituciones llamamos al Gobierno a trabajar en conjunto para facilitar los procesos de inserción social y laboral”, dijo Ríos.
El director de INSAMI sostuvo que el Banco de Desarrollo de El Salvador (BANDESAL) y Banco de Desarrollo no brindó créditos para población retornada que quiere iniciar negocios y familias de migrantes que se ven afectadas por la disminución de remesas.
La institución, además, anunció que alrededor de 500 deportados se beneficiaron mediante el apoyo que junto a otras organizaciones, como Ayuda en Acción, entregan concerniente en víveres y atención médica mediante el Hospital Nacional de Santa Ana y la Clínica Integral de Atención a los Retornados.
En cuanto al impacto que la pandemia del COVID-19 ha generado en la población migrante que vive y trabaja en el extranjero, el INSAMI detalló que es fuerte en el sector de indocumentados que es una de la que más aporta económicamente al país mediante las remesas.
“Si la situación económica en estos países de destino no es acelerada podríamos estar hablando de retorno voluntario, principalmente de aquellos trabajadores irregulares que no tendrán ingresos permanentes”, indicó el director del INSAMI.
Para la institución de apoyo a migrantes este nuevo escenario mundial plantea un reto a las autoridades gubernamentales consistente en evaluar otros destinos en los que la mano de obra salvadoreña sea requerida.
El INSAMI externó que la población migrante que retorna al país debe atenderse con sumo cuidado por parte del Gobierno, ya que arrastra consigo un drama humano fuerte, pues vienen de estar encerrados en Estados Unidos y cuando regresan son retenidos en centros de contención, lo que puede provocarles problemas psicológicos.