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César Ramírez
@caralvasalvador
Existe inseguridad ciudadana por falta de empleo, salud, educación, “realización generacional” etc. ¿El empleo será posible en los próximos cinco o diez años? Es una respuesta difícil, pero ahora solo asistimos a la afirmación de la seguridad en el plano militar. ¿Con fusiles patrullando y más personas armadas por las ciudades, lograremos la seguridad laboral? o es posible que las armas “a discreción” y accesibles a ciudadanos sin distinción, nos conducirán a una predisposición extrema de intolerancia donde muchos inocentes perderán la vida… Ahora parece ser que las armas son la respuesta a todo, el escenario se tensa como una cuerda de violín, lista para dar la nota roja… En poco tiempo podemos saturar de armas a la nación, pero la situación nos conducirá a la formación de nuevos grupos paramilitares como en la guerra civil, por esta razón debemos recorrer el camino del desarme de los grupos irregulares ¿cómo hacer eso? este es un tema político-jurídico-económico, también es un ejercicio antropológico de un cambio cultural de los grupos ilícitos denominados maras, anotando que ello es una transición de largo plazo, no es un tema de una administración de Gobierno, este fenómeno nacional (más allá de una administración) que no se solucionará únicamente por las armas.
La “seguridad laboral” significa “realización generacional” implica estudios, empleo, familia, posesiones (casa, auto, empresa, ingresos permanentes) pensión, vejez honorable, después de un largo camino de esfuerzo prolongado y constante con “un futuro digno” aunque por ahora parece un sueño de opio, una fumada de cannabis (claro ahora es legal en USA, Uruguay, en México se permiten 2 gr., etc) una quimera, un lapso de los poetas más delirantes, etc. Desafortunadamente esa realidad no existe, por lo tanto la ausencia de esa seguridad laboral se convierte en migración hacia Estados Unidos, Europa o donde paguen mejor, porque acá no existe futuro digno, ni generacional; entonces se asumen todos los pesares, todas las deportaciones, todos los riesgos, todo el infierno terrestres etc. por ello las familias abandonan todo, porque ningún infierno es peor que el hambre y cuando se tiene tan poco que perder, no se escatiman esfuerzos por un sueño imposible, al final “la panza es primero”.
Es innegable el aporte de la seguridad armada, pero no es suficiente para construir una realización generacional…
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