Josefina Pineda de Márquez
Escritora y profesora normalista
Esta es ya una tercera o cuarta vez que nos vamos a ocupar del uso de estas palabras. Y es que con frecuencia veo en las publicaciones que se sigue cayendo en error.SINO y SI NO deben emplearse apropiadamente, pues de lo contrario darán ambigüedad a la expresiónSINO como sustantivo tiene el significado de destino, hado, suerte, fatalidad.- Tu sino es seguir amando lo imposible. SINO como conjunción adversativa nos da idea de afirmación antecedida de una negación. Es en este uso en el que se comete errores.Para ilustrar con cariño este trabajo les relato lo siguiente:Cuando por razones familiares me fui a trabajar a un Instituto Nacional fuera de San Salvador, hace ya bastantes años. Creo que en ese tiempo solo había unos tres o cuatro Centros educativos de donde egresaban bachilleres. Mi mamá, QDDG, me ayudó mucho a acomodarme a aquella situación. Me cuidaba a mis dos primeros niños. …Pues llegué un día diciéndole: Fíjese que tengo una alumna con un nombre bien raro, se llama Eucaris.. Ah, me dijo, no seas boba esa muchacha no se llama Eucaris sino Eucarística. Eucaris era una muy bonita muchacha y también muy inteligente.Traigo a cuantas este ejemplo porque se aclara el uso del SINO.Debe haber una negación para que se use el SINO.. No me quita el sueño la lectura de un buen libro sino lo contrario.. No hay consensos en nuestra digna Asamblea Legislativa sino enconados desacuerdos.. No ha habido suspensión de clases por las lluvias sino llamados a protegerse de desbordes de tierra y de caudales crecidos de ríos.. El agua no es una mercancía sino un recurso natural de sobrevivencia.. «La laicidad no es el patrimonio exclusivo de una cultura sino un elemento clave de la vida democrática».
El SI NO separado es una locución conjuntiva y significa, de otra manera, en caso distinto.. Seguirán censurando el trabajo de los diputados si no cambian esa actitud confrontativa.. Estudia si no perderás el año.
De la Oración de la Maestra
Gabriela Mistral.
Premio Nobel de Literatura 1945.
¡Señor! Tú que enseñaste, perdona que yo enseñe, que lleve el nombre de Maestra que tú llevaste por la tierra.Dame el amor único de mi escuela, que ni la quemadura de la belleza sea capaz de robarle mi ternura de todos los instantes.
Hasta pronto.