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Santiago de Chile/PL
La Corte Suprema de Justicia de Chile accedió a otorgar libertad condicional a exintegrantes de la dictadura de Augusto Pinochet, que cumplen largas condenas por crímenes contra opositores.
Ante la noticia, los diputados Sergio Aguiló, Hugo Gutiérrez y Lautaro Carmona, presentaron una carta al presidente de la Corte Suprema, Hugo Dolmetsch, para que se termine con la impunidad y beneficios carcelarios para violadores de Derechos Humanos.
Aguiló, del partido Izquierda Ciudadana, comentó a periodistas que no van a aceptar ‘que la Corte Suprema vuelva a tener actitudes condescendientes con los criminales de lesa humanidad’.
‘Manifestamos nuestra fuerte preocupación por las concesiones de libertad condicional que han sido concedidas a distintos criminales de lesa humanidad, a nosotros primero nos parece que esto contraviene el derecho internacional suscrito por Chile’, recalcó.
Por su parte, el diputado miembro de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara, Hugo Gutiérrez, sostuvo que el ministro de Justicia, Jaime Campos debiera retractarse por las declaraciones realizadas al diario El Mercurio.
En la entrevista, Campos insinuó posibles beneficios carcelarios a violadores de Derechos Humanos, señaló Gutiérrez.
En tanto, el secretario general del Partido Comunista, diputado Lautaro Carmona, aclaró que tras la reunión del Comité Político se aseguró que las palabras de Campos declaraciones no fueron a nombre del Gobierno.
Un exsuboficial de Carabineros y agente represor de la dictadura implicado en el crimen del carpintero Juan Alegría Mondaca, en junio de 1983, recibió libertad condicional.
El beneficiado fue Armando Cabrera Aguilar, condenado a cadena perpetua como autor del asesinato con el que las huestes pinochetistas intentaron encubrir el crimen del dirigente sindical Tucapel Jiménez.
Cabrera Aguilar cumplía la misma sentencia que Alvaro Corbalán Castillo por la muerte de Jiménez y del carpintero. También otros cuatro funcionarios del régimen de Pinochet (1973-1990) recibieron penas.
De acuerdo con la pesquisa, el 12 de septiembre de 1983, agentes de la Central Nacional de Informaciones y de la Inteligencia del Ejército (DINE) secuestraron a un carpintero y lo obligaron a escribir una carta incriminándose en el caso del sindicalista.
Luego de asesinarlo, hicieron pasar el hecho como suicidio.
Tucapel Jiménez, opositor a la dictadura, fue víctima de secuestro. Acto seguido resultó degollado y rematado a balazos, el 25 de febrero de 1982. Recibió cinco disparos en la cabeza.
