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Alexander Pineda
@DiarioCoLatino
Organizaciones sindicales y de la sociedad civil exhortaron al gobierno de Nayib Bukele a dejar la búsqueda de la confrontación con el órgano Legislativo y enfocarse en dar solución a las problemáticas de la población en general.
Los colectivos condenaron el intento de golpe de Estado a la Asamblea Legislativa del pasado 9 de febrero, cuando Bukele ordenó a policías y militares que sitiaran las instalaciones del parlamento, lo cual calificaron como un “atentado a la democracia”.
Además, manifestaron que aunque la lucha contra la delincuencia si bien es importante, el Gobierno debería apoyar, promover y procurar por otras causas como el aumento del salario mínimo, la promulgación de una ley que garantice el derecho humano al agua y el impulso de un sistema público de pensiones.
Advirtieron también que se está incurriendo en una ilegalidad en cuanto al salario mínimo, puesto que en 2020 se cumplen los tres años que estipula el Código de Trabajo para hacer una revisión y eventual aumento del mismo.
Sobre el sistema de pensiones, los movimientos plantean la derogación de la Ley del Sistema de Ahorro Previsional que dio vida a las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) y que estas sean sustituidas por el Instituto Nacional Autónomo de Previsión Social, una entidad pública que maneje un fondo común para el pago de pensiones en detrimento de un sistema en el que cada trabajador hace su propio fondo personal.
Roxana Rodríguez, miembro de Profesionales por la Transformación de El Salvador (PROES) opinó que el sistema de pensiones actual es un negocio lucrativo para las AFP, hasta tres millones de dólares mensuales, pero que un sistema administrado por el Estado solamente buscaría subsanar sus gastos de operación.
La propuesta también va encaminada a universalizar el acceso a un ingreso en calidad de pensión a adultos mayores que no cotizaron al sistema de ahorro previsional y que no cuenten con ningún beneficio para su vejez.
Idalia Zúñiga, del Frente Social y Sindical Salvadoreño recordó cómo en la actual gestión del presidente Bukele otra de las formas de golpear a la clase trabajadora han sido los más de 8,000 trabajadores del Estado, que han sido despedidos y se espera que la cifra aumente en los próximos meses.
