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Yaneth Estrada
@caricheop
El director de Asuntos Legales de FUSADES, Javier Castro instó al MINSAL y al Gobierno a tomar en cuenta criterios sanitarios-médicos para la toma de decisiones; a la vez, escuchar los lineamientos del Colegio Médico, epidemiólogos, infectólogos, entre otros profesionales. “A más de setenta días de encierro, es momento de sentar en la mesa a los expertos para rectificar, corregir y enrumbar”, dijo.
Asimismo, el doctor e infectólogo, Jorge Panameño advirtió nuevamente que “hay estudios que demuestran que la Hidroxicloroquina no ha ayudado en pacientes graves y, es más, podrían tener más complicaciones”. En este sentido, recomendó actualizar los protocolos cada dos semanas, considerando que la COVID-19 es una enfermedad nueva y que existen muchas investigaciones en proceso.
Cabe destacar, que el presidente de la República, Nayib Bukele anunció el 17 de mayo pasado la inversión de $575 millones en azitromicina e hidroxicloroquina para atender la pandemia de COVID-19. Mientras que, debido al aumento de complicaciones cardiovasculares realizadas al uso de hidroxicloroquina en pacientes con COVID-19, la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció la suspensión “temporal” de los ensayos clínicos con este medicamento.
En este sentido, el economista José Luis Magaña, de Panorama Económico explicó que las compras de Azitromicina y de Hidroxicloroquina, según la Cadena Presidencial del 17 de mayo, habrían alcanzado cerca de $565 millones, cifra que implicaría que se ha utilizado cerca del 67 % de todos los gastos del mes en la compra de estos medicamentos, o estaríamos hablando que también se ha destinado cerca del 76 % de todo el presupuesto de Salud para la compra de estos.
“Ahora, si nos vamos a ver la cifra de ejecución presupuestaria del Ministerio de Hacienda, no encontramos registros de esta transacción, lo más cercano que se tiene a este tipo de compras es el informe que presentó en Ministerio de Hacienda a la Asamblea Legislativa, en donde muestra un gasto de $35.4 millones para la adquisición de insumos, equipos y medicamentos para hospitales”, agregó el experto.
Según Magaña, bajo todas estas “supuestas” irregularidades se pude decir que, englobando todo, el medicamento y equipo reflejan un gasto de $34.5 millones y la supuesta cifra de $575 millones “es más bien un error, ya sea del presidente a la hora de leer la cita, o ya sea de quien haya pasado la información porque no concuerda con la situación presupuestaria, ni con los presupuestos aprobados”, dijo.
En este sentido, el economista insiste en la necesidad de que el Ejecutivo brinde informe detallado de los gastos que está haciendo en el contexto de la Emergencia Nacional por COVID-19, “porque ya no podemos simplemente pensar que una Cadena Presidencial es una rendición de cuentas, justamente por este tipo de problemas”.
Hospitales recibieron 30,000 unidades
El 21 de abril, el ministro de Salud, Francisco Alabí informó que despachó 30,000 unidades de hidroxicloroquina a los hospitales San Rafael, Saldaña y Amatepec, del Instituto Salvadoreño del Seguro Social, y otros que brindan atención a pacientes que dieron positivo a COVID-19.
“Con esto se incrementa el acceso al medicamento, que es parte del tratamiento a los pacientes con COVID-19, y que ha demostrado en diferentes países, con experiencia en la enfermedad, sus buenos resultados”, aseguró Alabi.
Esta distribución forma parte del donativo de 55,800 unidades de hidroxicloroquina que el Gobierno recibió de laboratorios Novartis.
