Managua / PL
Las acciones gubernamentales en demanda de justicia y reparación para las víctimas del terrorismo golpista en Nicaragua se intensifican a partir de hoy tras un llamado a la movilización popular.
‘Este fin de semana volveremos a expresarnos, a manifestarnos en las calles, en las plazas de todos los municipios de nuestra Nicaragua, exigiendo justicia, castigo para los que de sangre salpicaron la patria, para los que quisieron destruirnos’, expresó la vicepresidenta, Rosario Murillo.
Gran parte del pueblo reclama derechos humanos para todos, justicia y reparación para quienes sufrieron torturas, violaciones, secuestros y ataques por parte de elementos calificados aquí de terroristas, en el contexto de la crisis sociopolítica de los últimos tres meses.
‘No a la impunidad de terroristas y golpistas, justicia para nuestra Nicaragua que con Darío y Sandino se levanta, limpias nuestras banderas, limpias y en alto clamando paz, derechos humanos para todos’, recalcó la vicemandataria.
Según Murillo, lo más increíble es que quienes destruyeron la nación no reconocen la autoría de tantos hechos delictivos.
‘Pareciera que vino un hado y por arte de magia el país, que venía avanzando admirablemente, se destruyó. Pero aquí nadie está ciego, ni sordo, ni mudo, todo el mundo vio y sigue viendo’, refirió, en alusión a los crímenes publicados por los mismos autores en las redes sociales.
Consideró que ahora les toca a todos los nicaragüenses reconstruir el país, un reto que asumen ‘con la entereza propia del pueblo, pero sin olvidar, sin desconocer a los promotores de la violencia, los destructores y criminales’.
También lamentó la pérdida de tantas vidas humanas, consideradas como hermanos, ‘a pesar del odio de quienes sembraron cizaña y terror en Nicaragua’.
Por eso clamamos justicia, explicó Murillo, por eso pedimos castigo para todos los que participaron en la destrucción, para los que dieron la orden de agonía, para los que defendieron tanto crimen, para los que llenaron de sangre nuestras banderas.
Generada por grupos opositores al gobierno, la escalada de violencia provocó al menos 265 muertos, de acuerdo con la Comisión de la Verdad, Justicia y Paz, mientras el Banco Central proyectó pérdidas económicas por el orden de los 430 millones de dólares, desde el inicio de la crisis el 18 de abril.