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Intimidades del Tío Sam

José Guillermo Mártir Hidalgo

Santiago Camacho Hidalgo es un periodista y escritor español. En el dos mil cuatro publica  “Las Cloacas del Imperio: lo que Estados Unidos oculta al mundo”1. La idea central del libro es2, cialis que Estados Unidos se presenta ante el mundo como ejemplo de democracia y libertad, pills pero, sovaldi sale en la praxis es todo lo contrario. Una elite oligárquica es el verdadero poder que controla el país. Esto a través de gobiernos crueles e inhumanos que han usado la violencia dentro y fuera de sus fronteras para conservar el sistema. El cual ha conferido a la propaganda una forma de institución.

LAS CLOACAS DEL IMPERIO

La primera parte la nomina “Todo lo que no sabemos, pero, siempre sospechamos del Imperio”. El capítulo uno “Fabricando al Enemigo, autoagresión y fraude en la guerras de Estados Unidos” sostiene, que todas las guerras en que ha participado Estados Unidos iniciaron por  Operaciones de Falsas Banderas. La Guerra Hispano-Americana dio inicio por el hundimiento del USS Maine, cuando en realidad se debió a un fortuito accidente. La Armada Imperial Japonesa atacó Pearl Harbor,  Washington conocía la declaración de guerra antes de la agresión y nadie hizo nada para prevenir la acometida contra la flota del pacífico.

El Incidente del Golfo de Tonkin precipitó a Estados Unidos a la Guerra de Vietnam. Aunque en realidad el USS Maddox nunca fue atacado por lancha torpedera alguna.

Saddam Hussein se reunió con la embajadora Abril Glaspie y le comentó su intención de invadir Kuwait.  Glaspie le confirmó que Estados Unidos no intervendría por Kuwait. Saddam Hussein invade Kuwait y se inicia la Guerra del Golfo Pérsico.

La versión oficial de los sucesos del Once de Septiembre de dos mil uno presenta muchas contradicciones, por lo que muchos opinan que fue una Operación de Falsa Bandera con la que dio inicio la Guerra Contra el Terrorismo y a la Segunda Guerra del Golfo.

El capítulo número dos “Golpe de Estado en Estados Unidos, las goteras de la democracia estadounidense” asevera, que el fraude electoral es tan antiguo como el país. En la actualidad, una empresa privada es la que procesa y recuenta los votos con la anuencia de los principales medios de comunicación. Representantes de Ronald Reagan se reunieron con líderes iraníes para retrasar la liberación de los cincuenta y dos rehenes. La Crisis de los Rehenes en Irán fue determinante para la derrota electoral de Jimmy Carter.

El capítulo número tres rotulado “Tierra de asilo, los peores criminales de guerra encuentran cobijo en territorio  estadounidense” informa que por medio del Proyecto Paperclip, Estados Unidos dio asilo a los peores criminales de guerra de la Policía Secreta del Estado (Gestapo) y de las Escuadras de Protección (SS) de la Alemania Nazi.

El capítulo número cuatro “Los señores de la droga, la CIA el mayor narcotraficante del planeta”, insinúa que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) tiene una relación con el narcotráfico desde la Guerra de Corea. Al presente, la CIA está implicada en buena parte del tráfico internacional de estupefacientes.

El capítulo número cinco “Armamento secreto, las ases en la manga del ejército estadounidense”, declara que hay una nueva generación de armas que no matan, pero, pueden dejar secuelas permanentes. Fusiles laser, empleo de microbios para devorar materiales, uso de la sustancia incapacitante BZ, aplicación de ondas electromagnéticas, uso de microondas y el uso de la naturaleza como arma de destrucción masiva.

En la segunda parte “Los que mandan en el imperio”, el capítulo seis: “La mano invisible, el poder de las sociedades secretas en Estados Unidos”, asegura que para ser miembro de la elite estadounidense se necesita ser varón, blanco, rico y pertenecer a ciertos clubes e instituciones. La más importante de ellas es Skull and Bones (Calavera y Huesos) de la Universidad de Yale, ya que es la cantera de la CIA. El Consejo de Relaciones Exteriores (CFR) es la otra sociedad secreta de importancia para la elite estadounidense pues presidentes, miembros del gabinete, del parlamento, del cuerpo diplomático y presidentes de bancos y empresas del país han sido y son sus miembros.

El capítulo número siete, llamado “Crímenes de Familia, la historia secreta de los Bush”, menciona que Prescott Bush mantuvo negocio con los nazis. George H. W. Bush colaboró con la CIA para invadir Cuba, negoció la retención de los rehenes en Irán, fue director de la CIA,  participó en la guerra contra el tráfico de drogas, fue Presidente, alentó a Saddam Hussein invadir Kuwait y mantenía relaciones con la familia Bin Laden para el Once de Septiembre de dos mil uno. George W. Bush, llegó a la presidencia por gestión de su padre.

El capítulo número ocho, “En la mejor democracia que el dinero puede comprar, el inmenso poder de las corporaciones norteamericanas”, detalla que Estados Unidos es gobernado por una camarilla de ejecutivos millonarios y miembros de consejos de administración de grandes empresas.

El capítulo número nueve, “Con el sheriff no se juega, uso y costumbres de las fuerzas del orden en Estados Unidos”, señala la brutalidad policial contra el enemigo interno, específica los programas de contrainteligencia y puntualiza la Masacre de Waco, como muestra de la actitud excesiva de las fuerzas del orden.

El capítulo número diez, “El padrino, el inmenso poder de la mafia estadounidense”, apunta que el fundador del Clan Kennedy, Joseph R. Kennedy, hizo negocios con Al Capone. “La Organización” fundada por Capone controló los sindicatos. Sam Giancana, capo del hampa de Chicago, estuvo implicado en el gane electoral y en el asesinato de John F. Kennedy. En la Segunda Guerra Mundial, la mafia pactó con la antecesora de la CIA, la Oficina de Servicios Estratégicos (OSS), para  vigilar los puertos y facilitar el desembarco en Sicilia.

En la tercera parte, “Los planes del Imperio”, el capítulo número once: “El patio de atrás, la presencia de Estados Unidos en Latinoamérica”, certifica que millones de personas fueron asesinadas y torturadas por escuadrones de la muerte entrenados por la CIA en Honduras, Guatemala, Chile, Argentina, El Salvador y Nicaragua.

El capítulo número doce, titulado “La guerra secreta, Estados Unidos contra Europa”, afirma que con la llegada del Euro el patrón Dólar podrá sufrir un menoscabo y desencadenar una crisis económica en Estados Unidos. Las relaciones bilaterales no son tan idílicas.

El capítulo número trece, “Soy petróleo, soy la muerte, los intereses petrolíferos y la política exterior estadounidense”, destaca su dependencia del petróleo saudí. Revela que el petróleo ha sido la espoleta para las guerras del medio oriente y del continente africano.

El capítulo número catorce, “El nuevo orden mundial, levantando un imperio”, señala la ambición de Estados Unidos por construir el imperio global moldeado en el proyecto El Nuevo Siglo Americano

El capítulo número quince, “El gobierno en la sombra, la agencia más poderosa de Estados Unidos”, dice que ante una situación muy seria a nivel nacional, la Agencia Federal para la Gestión de Emergencia (FEMA) asumirá el control del país convirtiéndolo en un Estado Policial.

En la cuarta parte, “Las miserias del imperio”, el capítulo número dieciséis nombrado: “La policía del pensamiento, la guerra contra los disidentes en Estados Unidos”, notifica que el asesinato de líderes es una constante en los Estados Unidos. Los que discrepan con el establishment son acosados, presionados e insultados. Y el Acta Patriota facilita que las medidas de seguridad se incrementen.

El capítulo número diecisiete, rotulado “Guerreros de fin de semana, las milicias estadounidenses de extrema derecha”, previene que son el más grave problema político y de seguridad de Estados Unidos.

El capítulo número dieciocho, “Fervor misionero, grandes éxitos de la CIA”, comenta que su historia está colmada de claroscuros y ambigüedades, por lo que muchos la señalan como la Gestapo Estadounidense.

El capítulo número diecinueve, “Olvidados por el Tío Sam, cuando Estados Unidos abandona a sus hijos”, comunica que Estados Unidos olvidó a setecientos prisioneros de la Guerra del Vietnam, lo mismo que olvidó a las treinta y cuatro víctimas del USS Liberty atacado por Israel.

Y el capítulo número veinte, “El discreto arte de la mentira, las malas artes de la propaganda estadounidense”, afirma que el gobierno estadounidense miente, altera y manipula la información invocando el principio de seguridad nacional. La perversidad de la propaganda difundida por los medios de comunicación estadounidenses se compara con el Ministerio de Propaganda del Tercer Reich.

LOS IMPERIOS SUBEN Y BAJAN

“Las Cloacas del Imperio: lo que Estados Unidos oculta al mundo”, nos recuerda el libro de Felix Greene: “El enemigo: lo que todo latinoamericano debe saber acerca del imperialismo”3, Greene nos comenta que en su apogeo, el Imperio Británico estaba constituido por una cuarta parte de la superficie terrestre y dominaba a la quinta parte de la población mundial.

El éxito del imperialismo británico se debió a que con las nuevas fábricas se aumentó la producción más rápido que lo que el mercado podía absorber. Al mismo tiempo, miles de trabajadores agrícolas sin hogar y hambrientos se constituyeron en mano de obra barata. La explotación de trabajadores con salarios insuficientes generó una acumulación de capital. Se construyeron barcos de guerra y flotas mercantes para desarrollar los mercados extranjeros y explotar la mano de obra barata de los territorios de ultramar.

El monopolio de la industria británica llegó hasta mil ocho cientos setenta, cuando Alemania y Estados Unidos aumentan su presencia mundial. El fin de su supremacía mundial fue posterior a la Primera Guerra Mundial. El Imperio Americano sustituyó al Imperio Británico. Aunque ejerce el poder de manera diferente, busca los mismos fines con los mismos medios.

Dentro de cada imperio existen antagonismos que hacen inevitable su declive. La supremacía mundial de los Estados Unidos parece inexpugnable como lo hizo Gran Bretaña en el apogeo de su poder imperial. Pero su poder y su riqueza requieren de la esclavización de otros pueblos y esos pueblos ya no están dispuestos a someterse. Todos los imperios suben y bajan, el Imperio Estadounidense no es la excepción.

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