Ginebra/dpa
Las inundaciones y corrimientos de tierra registrados sobre todo en Freetown, la capital de Sierra Leona, causaron la muerte de más de 400 personas y más de 600 siguen desaparecidas, informaron hoy Naciones Unidas y la Cruz Roja, cuatro días después de que grandes aludes sepultaran partes de la ciudad.
«Seguimos con la esperanza de encontrar a personas con vida, pero las posibilidades se reducen con con cada día que pasa», dijo el secretario general de la Cruz Roja, Ehadj Ed Sy.
El país de África occidental informó el jueves de 350 muertes.
Las agencias de la ONU iniciaron diversos operativos para ayudar a los afectados y prevenir la propagación de enfermedades. El Programa Mundial de Alimentos (PMA) está trabajando para suministrar ayuda alimentaria a unas 10.000 personas, según señaló Alexandra Vellucci, portavoz de la ONU.
«La principal prioridad con los niños es impedir que se propaguen enfermedades como el cólera, de que es endémico en Sierra Leona, pero también otras afecciones», señaló otro portavoz de la ONU.
Sierra Leona tiene la quinta mayor tasa mundial de mortalidad infantil en el mundo. Gran parte de las muertes se produjeron en los asentamientos informales a las afueras de la capital, Freetown, situada a las faldas de la montaña Sugarloaf, donde los corrimientos de tierra han dejado a unas 3.000 personas sin techo, según la Cruz Roja.
Las consecuencias de este desastre natural se han visto exacervadas por la erosión del suelo debido a la intervención del ser humano y por la construcción de viviendas en áreas que se pueden anegar.
China comunicó que donaría un millón de dólares de ayuda para Sierra Leona, mientras que la Unión Europea se comprometió a donar 300.000 euros (350.000 dólares), según Naciones Unidas.