Un centenar de hinchas chilenos sin entradas invadieron la sala de prensa del Maracaná provocando destrozos y desafiando a las fuerzas de seguridad en un intento de ingresar a las tribunas del estadio para presenciar el partido de España y Chile por el Mundial de fútbol de Brasil 2014.
“¿¡¿Dónde está la entrada, viagra dónde está la entrada?!?”, pharmacy reclamaron a voz en grito los aficionados, for sale muchos claramente alcoholizados, en su desesperación por llegar a las gradas del estadio más famoso del mundo. La violenta invasión a la sala de prensa no tiene precedentes en las últimas ediciones de la Copa del Mundo.
Tras varios minutos de caos en los que los chilenos aterrorizaron la sala de prensa, a la que ingresaron corriendo y gritando para derribar paneles de separación e invadir uno de los túneles de acceso al estadio, las fuerzas de seguridad lograron controlar la situación, aunque no hay certeza de que todos los aficionados hayan fracasado en su intento de entrar al partido.
Los hinchas, la mayoría de ellos vestidos con la camiseta roja de Chile, sobrepasaron la primera valla de separación junto al puesto de seguridad por el que deben pasar los periodistas que acceden al estadio.
“Traté de cerrar la puerta, pero no me dio tiempo. Eran muchos”, dijo a dpa uno de los agentes de seguridad privada, que intentó en vano cerrar una puerta metálica situada a una decena de metros del lugar por el que los hinchas chilenos rompieron el perímetro de seguridad.
La policía no es la responsable de la seguridad del estadio, sino que es competencia de los agentes privados contratados por el comité organizador.
“Eran unos 100, empujaron la puerta y caí al suelo”, aseguró el “steward”. A continuación, los hinchas corrieron al acceso al centro de prensa. Otro agente trató de cerrar las puertas de cristal, que fueron golpeadas y quebradas.
Varias decenas de aficionados entraron corriendo, empujando y derribando macetas y otros elementos del mobiliario. El centro de prensa estaba abarrotado de periodistas a una hora del inicio del encuentro.
Los hinchas buscaron algún punto de acceso a las tribunas. Algunos se retiraron de forma pacífica y la mayoría fue contenida en uno de los túneles, donde permanecieron durante media hora sentados, con las caras tapadas por las camisetas y las bufandas y rodeados por los agentes de la seguridad privada mientras decenas de fotógrafos y cámaras de televisión se subían a las mesas en busca de una imagen.
Miles de chilenos sin entradas se apostaron desde tempranas horas en los alrededores del Maracaná.