Teherán / AFP
El gobierno iraní acusó el jueves a los países europeos de haber sacrificado «lo que queda» del acuerdo nuclear para proteger sus intereses económicos y evitar un posible chantaje del presidente estadounidense Donald Trump.
París, Londres y Berlin «vendieron los restos del acuerdo para evitar nuevos aranceles de Trump», acusó el ministro iraní de Relaciones Exteriores, Mohammad Javad Zarif, en un mensaje en la red social Twitter.
Zarif hace referencia a un artículo publicado esta semana por el diario Washington Post en el que se afirmaba que «Trump amenazó en secreto a (Francia, Reino Unido y Alemania) con imponer aranceles del 25% sobre los automóviles europeos» si no activaban el mecanismo de resolución de disputas del acuerdo internacional sobre el programa nuclear iraní firmado en en Viena en 2015.
Este pacto, firmado por Irán y por China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Rusia y Alemania, amenaza con desintegrarse desde que Trump lo abandonó de forma unilateral en 2018 e impuso sanciones económicas a Teherán, que desde entonces siguen endureciéndose.
En respuesta a esta retirada estadounidense, Teherán también ha reducido sus compromisos, concretamente en lo referente a la disminución de sus actividades nucleares.
El martes, los tres Estados europeos firmantes anunciaron que habían activado este mecanismo para intentar obligar a Teherán a respetar lo pactado en el acuerdo.
El Washington Post, citando fuentes europeas, dijo que tras esta decisión europea había «una amenaza secreta» de Estados Unidos, algo que una de estas fuentes del diario estadounidense calificó de «chantaje» de Washington.
«No funcionará, amigos. Esto sólo aumenta su apetito», dijo Zarif en Twitter, refiriéndose a Trump.
«Si quieren vender su integridad, sigan adelante. Pero NO se vanaglorien de sus grandes principios morales o legales», dijo.
Al firmar este acuerdo, Teherán aceptó limitar radicalmente sus actividades nucleares con el objetivo de mostrar que no tenían un objetivo militar. A cambio, se levantaron las sanciones económicas que asfixiaban su economía. Pero la reimposición de estas sanciones por parte de Washington hundió a la economía iraní en la recesión y le privó de la parte positiva que tenía para Teherán este acuerdo internacional.
Así, la República islámica acusó a los europeos de violar sus compromisos al no hacer nada para ayudarles a superar el impacto de las sanciones estadounidenses.