Por Ali Noorani
Teherán/AFP
Irán podría abandonar el acuerdo nuclear firmado con las grandes potencias «en horas» si Estados Unidos se mantiene en su política de «sanciones y coerciones», amenazó este martes el presidente iraní Hasan Rohani.
Alcanzado en julio de 2015 entre Teherán y las grandes potencias, el acuerdo prevé que Irán limite su programa nuclear a usos civiles a cambio del levantamiento progresivo de las sanciones internacionales.
Pero la administración estadounidense del presidente Donald Trump, hostil a este pacto concluido por su predecesor Barack Obama, impuso una serie de sanciones jurídicas y financieras a Irán, por cuestiones no ligadas a sus actividades nucleares.
«La experiencia fallida de sanciones y coerciones llevó a las administraciones precedentes a la mesa de negociación», aseguró Rohani en un discurso televisado ante el Parlamento que debía validar su nuevo gabinete.
Pero si Estados Unidos «quieren volver a esos métodos, en un periodo muy corto de tiempo -no semanas o meses, sino en días o en horas- nosotros volveremos a nuestra situación anterior de forma mucho más firme», agregó.
El presidente iraní, relecto en mayo para un segundo y último mandato de cuatro años, afirmó asimismo que Trump ha demostrado al mundo que «no es un buen socio».
«En los últimos meses, el mundo ha visto que Estados Unidos, además de romper constante y repetidamente sus compromisos en el pacto nuclear, ha ignorado otros acuerdos globales y demostrado a sus aliados que Estados Unidos no es ni un buen socio ni un negociador fiable», afirmó.
Dron
A mediados de julio, la administración estadounidense impuso nuevas sanciones jurídicas y financieras contra personas y entidades iraníes vinculadas al programa balístico, prohibido por una resolución de la ONU, y al cuerpo de los Guardianes de la Revolución, el ejército de élite del gobierno iraní.
Después, el Congreso de Estados Unidos aprobó a finales de julio sanciones contra Irán, acusado de desarrollar su programa balístico, violar los derechos humanos y apoyar a grupos -como el Hezbolá libanés- considerados «terroristas» por Washington.
En este contexto de endurecimiento de las relaciones entre los dos países desde la llegada de Trump a la Casa Blanca en enero, el Parlamento iraní respondió a las sanciones estadounidenses aprobando un incremento significativo de los medios financieros para el programa balístico de Irán y para los Guardianes de la Revolución.
«Los estadounidenses deberán saber que esta es solamente nuestra primera acción», había advertido el mismo día el presidente del parlamento, Alí Lariyani, tras la aprobación de las medidas destinadas a «hacer frente a las acciones terroristas y aventuristas de Estados Unidos en la región».
Trump no ha dejado de criticar el acuerdo nuclear, que califica de «horrible», pero por el momento no lo puso en duda.
Irán, que no tiene relaciones diplomáticas con Estados Unidos desde 1980, asegura por su parte que las últimas sanciones estadounidenses son una «violación» de dicho acuerdo, que puso fin a su aislamiento en la escena internacional.
En otra muestra de fuertes tensiones entre Teherán y Washington, la marina estadounidense afirmó el lunes que un dron iraní se acercó «peligrosamente» a los aviones basados en el portaaviones norteamericano «USS Nimitz» que surcaba las aguas internacionales del Golfo.
El 8 de agosto, un caza-bombardero estadounidense tuvo que hacer una maniobra brusca para evitar a un dron del mismo tipo cuando se estaba preparando para aterrizar en el «Nimitz».