Por Arthur MacMillan
Teherán/AFP
Irán llevó a cabo este martes pruebas de misiles balísticos en diferentes puntos de su territorio con carácter «disuasivo», en abierto desafío a las sanciones impuestas por Estados Unidos en enero a su programa de misiles.
El anuncio fue hecho por la agencia oficial de noticias Irna, que comentó que esta pruebas demuestran que el país «está totalmente preparado para hacer frente a amenazas».
Estas pruebas, efectuadas durante unas maniobras militares, están destinadas a demostrar que Irán está preparado para «afrontar cualquier amenaza contra la revolución, el régimen y la integridad territorial del país», precisó Irna.
La web oficial de los Guardianes de la Revolución, la élite militar del país que llevó a cabo las maniobras, confirmó las pruebas, sin precisar el tipo o el alcance de los misiles.
Estos fueron lanzados a partir de silos subterráneos.
Estados Unidos habían anunciado el 17 de enero nuevas sanciones vinculadas con el programa de misiles balísticos de Irán.
El anuncio se produjo justo después del levantamiento de la mayoría de las sanciones internacionales contra la República islámica, conforme al acuerdo alcanzado en julio de 2015 entre Teherán y las grandes potencias -entre ellas Estados Unidos- sobre el programa nuclear iraní.
Sin embargo, según el acuerdo firmado el 14 de julio en Viena entre Teherán y el grupo 5+1 (los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU -China, EEUU, Francia, Gran Bretaña y Rusia- más Alemania) las sanciones podrían volver a aplicarse en caso que Irán violara los tratados.
El ministerio iraní de Relaciones Exteriores denunció estas nuevas sanciones estadounidenses al considerarlas «injustificadas, porque el programa balístico de Irán no está concebido para tener la capacidad de transportar cabezas nucleares».
A principios de enero, la televisión iraní mostró las imágenes de una base subterránea que alberga misiles de 1.700 kilómetros de alcance.
Irán efectuó al menos una prueba exitosa de este tipo de misil en octubre. Según expertos de la ONU, esto constituía una violación de una resolución de 2010 que prohibía la utilización por Irán de misiles balísticos por miedo que estuvieran dotados de una cabeza nuclear.
‘Actividad desestabilizadora’
Teherán ha negado siempre que tenga la intención de desarrollar un arma atómica, y asegura que sus misiles no han sido ni diseñados como bombas ni para transportarlas.
El acuerdo nuclear entre las grandes potencias e Irán fue impulsado por figuras moderadas de la República islámica, en particular el presidente Hasan Rohani. Sin embargo, los partidarios de la línea dura en Teherán aseguran que el acuerdo afectaba los intereses nacionales.
El presidente estadounidense, Barack Obama, al anunciar las nuevas sanciones contra el programa de misiles iraní el 17 de enero –mismo día en que el acuerdo nuclear era implementado– dijo que persistían «profundas diferencias» con Teherán sobre sus «actividades desestabilizadoras».
Cinco ciudadanos iraníes y una red de compañías basada en Emiratos Árabes y en China fueron añadidos a la ‘lista negra’ de Estados Unidos, según anunció el Departamento del Tesoro.
El propio Rohani había afirmado, antes de que estas sanciones fueran anunciadas el 17 de enero, que nuevas medidas contra Teherán generarían «una reacción» de la República islámica.