Teherán / PL / AFP
Irán condicionó hoy su asistencia al dialogo bilateral propuesto por Estados Unidos a la reducción de la hostilidad contra Teherán y al retorno de Washington al pacto nuclear firmado hace tres años.
‘Respetar los derechos de la nación iraní, reducir las hostilidades y volver al acuerdo nuclear son pasos que se pueden seguir para allanar el accidentado camino de las conversaciones’, escribió en Twitter el asesor del presidente Hassan Rouhani, Hamid Abutalebi.
El funcionario destacó que el pacto alcanzado en 2015 sobre el programa nuclear iraní fue un logro y debe ser aceptado.
El presidente norteamericano, Donald Trump, anunció el 8 de mayo la salida unilateral del Plan de Acción Integral Conjunto (Jcpoa) y nuevas sanciones económicas contra la República Islámica, acciones rechazadas por la comunidad internacional.
Ayer el mandatario se mostró dispuesto a reunirse con Rouhani sin ‘condiciones previas’.
Sin embargo, poco después el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, advirtió que para comenzar el dialogo Irán tiene que hacer cambios fundamentales.
Mientras, Garrett Marquis, vocero del Consejo de Seguridad Nacional, adelantó que Washington no eliminará ninguna sanción hasta observar reformas ‘tangibles, demostradas y sostenidas’ por parte de las autoridades de este país.
El vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores iraní, Bahram Qassemi, descartó la víspera la posibilidad de discutir sobre asuntos regionales.
‘Las medidas hostiles de Estados Unidos contra Irán anularon cualquier posibilidad de conversaciones entre Irán y ese país’, apuntó el portavoz en conferencia de prensa.
Entre ellas citó la decisión de Trump de retirarse del Jcpoa y la imposición de nuevas sanciones.
‘El señor Trump piensa que todas las mañanas el mundo se despierta con él. Uno no debería tomarlo en serio’, subrayó.
Escépticos
En las esferas políticas iraníes, las reacciones fueron de manera general muy negativas.
El vicepresidente del Parlamento, Ali Motahar, afirmó a la agencia Fars que hablar con Trump «sería una humillación».
«Estados Unidos no es fiable», abundó el ministro del Interior, Abdolreza Rahmani Fazli, según Fars. «Después de la retirada arrogante y unilateral del acuerdo nuclear, ¿cómo se puede confiar en él?»
En Twitter, un consejero del presidente iraní Hasan Rohani aseguró que cualquier discusión con Washington tendría que empezar con «el respeto a la gran nación iraní, la reducción de las hostilidades y el regreso de Estados Unidos al acuerdo nuclear» de 2015, estimó Hamid Abutalebi .
Poco antes de las afirmaciones de Trump, el portavoz del ministerio iraní de Relaciones Exteriores consideró «imposibles» las negociaciones con la administración actual.
«Washington revela su naturaleza indigna de confianza día tras día», declaró Bahram Ghasemi, según la agencia Mehr, citando «las medidas hostiles de Estados Unidos hacia Irán tras su retirada (del acuerdo nuclear) y el restablecimiento de sanciones económicas» estadounidenses contra Teherán.
La administración de Trump se dispone a volver a imponer sanciones, en dos etapas, el 6 de agosto y en noviembre.
El mandatario estadounidense quiere obtener, gracias a esta estrategia de «máxima presión», un nuevo acuerdo que iría más allá de la limitación del programa nuclear de Teherán y permitiría limitar su influencia en la región y su programa balístico.
Para Mohamad Marandi, profesor en la Universidad de Teherán y uno de los negociadores iraníes del pacto nuclear de 2015, Irán «no se puede negociar con alguien que viola sus compromisos internacionales, amenaza con destruir países y cambia constantemente de posición».