Teherán / Viena / AFP
Marc Jourdier / Sophie Makris
Irán anunció el lunes que superó el límite autorizado de sus reservas de uranio poco enriquecido, impuesto por el acuerdo de 2015 sobre su programa nuclear, arriesgándose a ser acusado por primera vez de incumplir sus compromisos internacionales.
Rusia lamentó la decisión, pero afirmó que era consecuencia de la presión estadounidense, y Gran Bretaña, muy inquieta, instó a Irán a no dar otro paso fuera del acuerdo.
«Irán ha superado el límite de 300 kilos de uranio con poco enriquecimiento», aseguró el ministro de Exteriores iraní, Mohamad Javad Zarif, a la agencia oficial Isna.
El anuncio se produce en medio de tensiones exacerbadas con Estados Unidos, haciendo temer un conflicto en la region del Golfo.
La crisis entre ambos países aumentó el 20 de junio tras que Irán derribara un dron estadounidense. Según Teherán, el aparato había violado su espacio aéreo, Washington lo negó.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA, dependiente de ONU), encargado de verificar la aplicación por Teherán del acuerdo, confirmó este lunes que Irán excedió el límite impuesto.
«El Organismo verificó el 1 de julio, que las reservas totales de uranio enriquecido superaron los 300 kilos» y su director general, Yukiya Amano, lo notificó al consejo de gobernadores, según un portavoz de éste.
Ni la OIEA ni Zarif precisaron hasta que punto más allá de los 300 kilos habían llegado las reservas.
El viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Ryabkov, señaló que «lamentaba» la decisión, pero que es «una consecuencia natural de los recientes acontecimientos», resultado de la «presión sin precedentes» de Estados Unidos.
«No hay que dramatizar la situación», añadío Ryabkov, citado por agencias rusas. Moscú, aliado de Teherán, pidió a los países europeos firmantes del acuerdo que lo respetasen pese a la retirada estadounidense.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores británico, Jeremy Hunt, destacó que Londres está «profundamente preocupado», e instó a Irán «a evitar dar cualquier otro paso fuera del acuerdo histórico».
Entretanto el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reclamó a Europa que aplique sanciones a Teherán. «Ustedes se comprometieron a actuar si Irán violaba el acuerdo nuclear. Ahora yo les dijo: actuen».
– «Es nuestro derecho» –
«Consideramos que es nuestro derecho en el marco del JCPOA» (acrónimo de Common Global Action Plan, denominación oficial del acuerdo nuclear internacional alcanzado en Viena en 2015), destacó el ministro de Exteriores iraní.
En respuesta a la decisión unilateral del presidente estadounidense, Donald Trump, de mayo de 2018 de abandonar el tratado y volver a imponer sanciones a Irán, Teherán anunció que ya no se sentía obligada a respetar dos umbrales establecidos, uno relativo a sus reservas de agua pesada (130 toneladas) y el otro que limita sus reservas de uranio poco enriquecido (300 kilogramos).
Teherán además amenaza con reanudar, a partir del 7 de julio, las actividades de enriquecimiento de uranio a un porcentaje mayor que el establecido en el acuerdo (3,67%), y reiniciar la construcción del reactor de agua pesada en Arak (centro).
Concluido en julio de 2015 en Viena, el acuerdo internacional sobre el programa nuclear iraní corre peligro desde que se retiró Estados Unidos.
Mediante el Acuerdo de Viena, Irán se comprometió a no intentar desarrollar la bomba atómica y acordó reducir drásticamente su programa nuclear a cambio del levantamiento de las sanciones que asfixian a su economía.
Pero las sanciones estadounidenses buscan aislar casi totamente a Irán del sistema financiero internacional y hacerle perder a sus compradores de petróleo.
Tras una reunión de crisis de los países del acuerdo, el viernes en Viena, el viceministro de Exteriores iraní, Abas Araghshi, dijo que se habían hecho «progresos» para ayudar a Irán. Pero los juzgó aún «insuficientes».
Al concluir el encuentro, la Unión Europea anunció por su parte que Instex, el mecanismo de trueque diseñado por Berlín, Londres y París para ayudar a Irán a sortear las sanciones, finalmente estaba «operativo» y que las primeras transacciones estaban en proceso.
Sin embargo, Zarif estimó que Instex no respondía «a los requerimientos» de Teherán, «ni a las obligaciones» de los europeos.
«Para que Instex sea útil a Irán, es necesario que los europeos compren petróleo iraní», advirtió el viernes Araghshi.
«Instex es sólo el comienzo (de la ejecución de los) compromisos (europeos), y en la actualidad aún no ha entrado totalmente en marcha», agregó este lunes Zarif.