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Por Cécile Feuillatre/Siavosh Ghazi
Lausana/AFP
Un acuerdo sobre el dossier nuclear entre Teherán y las grandes potencias iba perfilándose el domingo, site según diplomáticos occidentales, prescription si bien un negociador iraní subrayó que hay temas que «todavía deben ser solucionados».
La posibilidad de un pacto histórico sobre el programa nuclear iraní, buy viagra un asunto que complica la política internacional desde hace 12 años, suscitó una indignada reacción del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu contra un «peligroso acuerdo» que podría permitir a Irán «conquistar» Oriente Medio.
«El peligroso acuerdo que se negocia en Lausana confirma de nuevo todas nuestras preocupaciones, e incluso más», advirtió Netanyahu, que desde hace años trata de movilizar a la comunidad internacional contra Irán.
Uno de los puntos que parecía haber sido resuelto era el del número de centrifugadoras (máquinas que permiten enriquecer el uranio), que Irán habría accedido a reducir a 6.000, incluso menos, según una fuente occidental. Irán dispone en la actualidad de 19.000, de las cuales la mitad están activas.
Asimismo, Teherán habría accedido a exportar parte de su uranio pobremente enriquecido, unas 8.000 toneladas, pese a que fuentes iraníes lo descartaron, calificando la idea de «especulaciones periodísticas».
Según otro diplomático occidental, el sitio subterráneo de Fordo, cercano a la ciudad santa de Qom, dejaría de enriquecer uranio.
Estos compromisos, sin embargo, no han sido puestos por escrito, por lo que aún podría haber cambios.
De hecho, un negociador de alto rango iraní rechazaba estas informaciones: «No se ha concluido ningún acuerdo y hay cuestiones en suspenso que todavía deben ser solucionadas. (…) Las partes involucradas deben renunciar a sus demandas excesivas y tomar una decisión estratégica y decidir si quieren (hacer) presión o (llegar a) un acuerdo», declaró a la AFP este responsable.
«Los detalles de las negociaciones se encuentra dentro de la sala de negociación y nadie está autorizado a sacarlas al exterior», había indicado antes otro diplomático.
«Pero el hecho de que conservaremos nuestro enriquecimiento, que tendremos un número sustancial de centrifugadoras, y que ningún sitio cerrará, en particular el de Fordo, está sobre la mesa de negociaciones», aseguró.
Cierto optimismo
La fecha fijada para un acuerdo final, que incluirá todos los detalles técnicos del dossier, está fijada para el 30 de junio, pero el fin de marzo es «una etapa muy importante» para permitir que las negociaciones continúen, reconocen varios diplomáticos.
En un ambiente de optimismo, el sábado, el iraní Mohamad Javaz Zarif consideró posible que «todos los problemas puedan ser resueltos», antes de matizar sus declaraciones.
«Nunca hemos estado tan cerca de un acuerdo, pero quedan puntos críticos por resolver», dijo por su parte la jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Federica Mogherini.
Según el jefe de los negociadores rusos, Serguei Riabkov, citado por la agencia Ria Novosti, «las posibilidades [de llegar a un acuerdo] son de más del 50%».
El objetivo del acuerdo buscado es asegurar que Irán no se dotará de la bomba atómica, a cambio de un levantamiento de las sanciones internacionales que asfixian su economía.
La retirada de las sanciones y la investigación y el desarrollo en el ámbito nuclear son los dos principales puntos problemáticos, afirmaron diplomáticos iraníes y occidentales por separado. El desacuerdo pasa también por el periodo durante el cual Irán no podrá utilizar maquinaria más moderna.
Sobre estos temas giran las conversaciones en el palacio Beau Rivage, situado frente al lago Lemán.
Excepto el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, y el británico Philip Hammond, esperado mas tarde en el día, todos los jefes de la diplomacia del grupo P5+1 se encontraban en Lausana el domingo.
«Queda mucho trabajo por hacer», declaró el francés Laurent Fabius, que a petición de John Kerry y Frank Walter Steinmeier, ha modificado su agenda para quedarse en Suiza.
