Lyon/Francia/dpa
Irlanda del Norte mantuvo hoy con vida el sueño de clasificarse a los octavos de final de la Eurocopa de fútbol de Francia al vencer 2-0 a Ucrania en un encuentro marcado por la lluvia y el granizo, que obligó incluso a parar el encuentro durante varios minutos en la segunda mitad.
Gareth McAuley, con un cabezazo en el 49′, y Niall McGinn (96′) dieron a Irlanda del Norte su primera victoria en la historia de la Eurocopa y dejaron a su selección en muy buena posición para conseguir un billete a la siguiente fase.
Irlanda del Norte quedó así con tres puntos en el Grupo C empatada con Alemania y Polonia, que se miden más tarde en Saint-Denis para completar la segunda jornada de la zona. Ucrania, aún con opciones de clasificar -aunque mínimas-, cierra el grupo con cero unidades.
En Lyon se citaron dos selecciones en problemas tras sumar sendas derrotas en sus respectivos partidos de debut en la Eurocopa. Ucrania quedó prácticamente al borde de la eliminación, pues ya perdió en la primera jornada ante Alemania.
Fue precisamente Ucrania la selección que comenzó con mayor intensidad y con una apuesta decidida por el ataque. En esos primeros instantes, Irlanda del Norte se refugió en su área a la espera de que amainara el temporal, aunque al menos sus defensas abortaron las llegadas enemigas.
Irlanda del Norte equilibró el pulso del encuentro gracias al juego largo. Sus delanteros consiguieron bajar los balones llovidos desde la defensa y poco a poco el equipo de Michael O’Neill comenzó a acumular más posesión. También ocasiones. Washington tuvo la primera a los 28 minutos y poco después Cathcart cabeceó para llevar el balón cerca de la cruceta del arco ucraniano.
Fue una primera parte llena de ritmo, aunque con demasiadas imprecisiones en las cercanías de las áreas. Una tensión propia de lo que se jugaban ambas selecciones.
La lluvia arreció durante la segunda parte, lo que contribuyó a dar un carácter todavía más épico al encuentro. Y fue la selección norirlandesa la que sacó el primer rédito en el juego aéreo gracias a una falta que encontró el gol con un magnífico cabezazo del central McAuley a los 49 minutos. Ucrania estaba contra las cuerdas.
Lo siguiente fue que comenzó a caer granizo sobre el césped del Parc Olympique Lyonnais. Y el árbitro checo Pavel Královec se vio obligado a suspender brevemente el partido a los 57 minutos ante la tromba que estaba cayendo.
Para entonces, y como era previsible, Irlanda del Norte se encontraba mucho más cómodo que Ucrania sobre un campo ya pesado y con charcos. El resultado favorable también le insuflaba aire en los pulmones.
Irlanda del Norte estaba totalmente satisfecha con el resultado y metió a los 11 jugadores en su campo en los últimos minutos para defender la mínima renta.
Ucrania se volcó, con disparos lejanos, con centros, con internadas por las bandas, pero no consiguió desarbolar el entramado defensivo de los norirlandeses.
Y en el último suspiro, con los hinchas británicos festejando el triunfo, llegó el tanto que culminó la fiesta. McGinn aprovechó un rechace del portero ucraniano tras una contra norirlandesa para colocar el 2-0 y hacer soñar a los suyos.