Por Leila Macor/Sebastien Blanc
Miami/Naples/La Habana/Panamá
El huracán Irma descendió este lunes a categoría 1 mientras avanzaba por Florida, golpeada por violentas ráfagas y extensas inundaciones que dejaron tres muertos y varios millones de personas sin electricidad, provocando la declaración del estado de catástrofe natural.
Hacia las 5:0 de la mañana, hora local, los vientos máximos habían descendido a 120 km/h e Irma se encaminaba a convertirse en una tormenta tropical a medida que avanzaba por la costa noroeste de Florida y hacia el sur de Georgia, precisó el Centro Nacional de Huracanes estadounidense (NHC) en un comunicado.
El ojo del huracán se ubicaba unos 40 km al noreste de Tampa, precisó al tiempo que recordaba las advertencias vigentes de marejadas ciclónicas, lo que significa que hay «peligro de inundaciones amenazantes a la vida».
«La fuerza de tan solo seis pulgadas (15 cm) de agua puede derribar a uno», tuiteó el gobernador del estado, Rick Scott luego de la degradación de Irma.
«Quédense adentro, permanezcan seguros», agregó. La combinación de una peligrosa tormenta y la marea provoca normalmente inundaciones en las áreas secas cercanas a la costa».
Tal y como fue pronosticado, Irma había impactado el domingo por la mañana en los Cayos (sur) como huracán de categoría 4 –en una escala de 5–. Por la tarde había vuelto a tocar tierra en Marco Island (oeste) como categoría 2.
Unos 6,3 millones de personas recibieron la orden de evacuar sus viviendas en todo el estado y tres millones de abonados estaban sin electricidad, según la compañía Florida Power and Light.
«Los barcos están literalmente rotos, las palmeras en el suelo, las líneas eléctricas están cayendo», contó por teléfono a la CNN la socorrista Maggie Howes. «Es absolutamente imposible estar afuera en este momento. Nadie puede soportar los vientos que veo por la ventana».
Una policía y un oficial penitenciario murieron cuando su vehículo chocó el domingo en las inmediaciones de Sarasota (oeste). Otro hombre se empotró el sábado contra un árbol en Key West, en los Cayos.
Al menos 30 personas fallecieron ya como consecuencia del paso de Irma por el Caribe y Florida.
Estado de emergencia
El presidente estadounidense, Donald Trump, declaró el estado de catástrofe natural en Florida para poder desbloquear fondos y medios federales suplementarios, con el fin de ayudar a los damnificados.
«Ahora mismo nuestra principal preocupación son las vidas humanas», dijo Trump, quien anunció que visitará el estado «muy pronto».
El servicio meteorológico privado Accuweather estimó que los daños de Irma ascenderán a 100.000 millones de dólares y los de Harvey, que arrasó el estado de Texas (sur) hace unas semanas, alrededor de 190.000 millones, lo que equivale en total a 1,5 puntos del PIB de Estados Unidos.
Las ciudades de Naples, Fort Myers y las pobladas zonas de la bahía de Tampa (al oeste de Florida), enfrentaban la amenaza de olas de hasta 4,5 metros, suficientes para provocar serias inundaciones.
«Me preocupa toda esa gente que no cree en un aumento brutal del agua. Es vital temerle a esta inundación», sostuvo Virginia Defreeuw, una septuagenaria que abandonó su casa rodante para protegerse en un refugio.
«La gente no escucha. Algunos dicen: ‘sobrevivimos a (el huracán) Wilma, sobrevivimos a Charley, estará bien, podemos pasar por otro'», explicó. «Pero este es nefasto».
Los efectos de este gigantesco huracán, del tamaño de Texas, tampoco perdonan a la costa este de Florida.
Miami era azotada por intensos vientos y fuertes lluvias. Al menos dos grúas de construcción se derrumbaron el domingo.
El distrito de Brickell, a orillas del mar, estaba parcialmente inundado «por la marea que pasa sobre los diques», relató a la AFP Steven Schlacknam, un artista de 51 años. «El muelle de madera prácticamente ha desaparecido».
Los residentes deben estar atentos a las advertencias de tornados, que pueden generarse en los anillos exteriores de Irma y afectar incluso a áreas como Miami Beach.
Cuba reporta diez muertos por huracán
El huracán Irma, que el fin de semana azotó Cuba antes de seguir hacia Florida (Estados Unidos), causó 10 muertos en provincias de la isla, informó este lunes Cubadebate, que reproduce en su sitio web un boletín de la Defensa civil cubana.
«Después del paso del peligroso huracán Irma por el territorio nacional se han reportado hasta el momento la pérdida de diez vidas humanas, en los territorios de La Habana, Matanzas, Camagüey y Ciego de Ávila», anunció la Defensa civil en un comunicado.
Siete de las muertes ocurrieron en La Habana, cuatro hombres y tres mujeres. Otros tres hombres de 65, 53 y 64 años de edad murieron en las provincias de Matanzas (occidente), Ciego de Avila (centro) y Camagüey (oriente), al desplomarse sobre ellos sus casas.
En La Habana, un hombre de 71 años murió electrocutado por un cable eléctrico caído, mientras intentaba retirar su antena de televisión. Otro de 77 años murió aplastado por un poste eléctrico derribado por el viento.
Un balcón de un cuarto piso en el deteriorado barrio de Centro Habana se desplomó desde esa altura por el empuje de los vientos, cayendo sobre un ómnibus y matando a dos mujeres de 27 años que viajaban en él.
Otros hombres de 54 y 51 años murieron al derribarse el techo de una casa, también en Centro Habana, mientras que una anciana de 89 años fue encontrada flotando en el agua en el interior de su casa, muy cerca del malecón.
Irma se convirtió así en el tercer huracán que más muertos provoca en Cuba entre los que han azotado la isla en lo que va de siglo, superado por Dennis, que en julio de 2005 dejó 17 muertos y Sandy, en octubre de 2012, con 11.
El presidente Raúl Castro reconoció este lunes que «han sido días duros» para Cuba y su población.
Irma «causó severos daños al país, los cuales, justamente por su envergadura, aún no se han podido cuantificar. Una mirada preliminar evidencia afectaciones en la vivienda, el sistema electroenergético y la agricultura», dijo Castro en un texto publicado en el diario oficial Granma.
El mandatario reconoció que «son muchas las muestras de solidaridad recibidas desde todas partes del mundo» y dijo también que es tiempo «para volver a construir lo que los vientos del huracán Irma intentaron desaparecer». al menos 1,5 millones de personas fueron evacuadas en la isla, donde el viento tumbó árboles y tendidos eléctricos.
El mar borró el emblemático Malecón de La Habana y el agua se adentró en algunas zonas de la capital más de 500 metros, constataron periodistas de la AFP. Las ráfagas superaron los 150 km/h.
Sentado en el umbral de su casa, Ernesto Loza, un pequeño empresario de 49 años, mostraba cómo el agua se detuvo justo en la puerta de su casa. «Siempre ha habido un poco de penetración del mar, pero nunca ha llegado así, a este límite, este fenómeno», afirmó.
La presidenta del Consejo de Defensa Nacional de La Habana, Mercedes López Acea, dijo a la televisión nacional que «el mar avanzó como jamás lo había hecho anteriormente».
La funcionaria reportó caídas de árboles y ramas, y daños en la red eléctrica. La mayoría de barrios de la capital se quedaron sin luz el domingo por la mañana. El sistema de distribución de agua y la red telefónica por cable también fueron interrumpidos.
Asimismo, hubo «colapsos parciales o totales de viviendas» en la ciudad y en la provincia, aunque no pudo proporcionar una cifra de los daños materiales ni pronunciarse sobre eventuales víctimas.
Las autoridades cubanas pronosticaron que los efectos de Irma durarán en La Habana hasta este lunes.
Panamá inicia traslado de ayuda a islas caribeñas
Panamá comenzó este lunes la distribución de 24 toneladas de ayuda humanitaria a San Martín y Cuba, azotadas por el huracán Irma a su paso por el Caribe, informó el gobierno.
«El gobierno panameño ha iniciado el traslado de primeras donaciones a las islas del Caribe», dijo a la AFP Mónica De León, directora de Comunicación de la cancillería de Panamá.
La ayuda fue enviada este lunes a la isla de San Martín en dos vuelos de la aerolínea comercial panameña Copa, y consiste en cuatro toneladas de artículos de higiene, cocina, frazadas, carpas, lonas plásticas, bidones de agua, sábanas, alimentos y artículos para bebés, dijo De León.
Las contribuciones son del gobierno, de organizaciones internacionales y donaciones privadas gestionadas por el Despacho de la Primera Dama.
El director del Sistema Nacional de Protección Civil, José Donderis, dijo al canal TVN que «500 personas están trabajando» para obtener la ayuda y distribuirla en los países afectados», afirmó.
En San Martín, una de las islas caribeñas más castigadas, cuatro personas perdieron la vida en el lado holandés y otras diez en la parte francesa. Además, el 70% de las viviendas fueron destruidas.
La cancillería panameña anunció el domingo que destinará también 20 toneladas de ayuda a Cuba, pero que la enviará cuando «estén habilitados los aeropuertos» del país caribeño.
Irma ha dejado al menos 30 muertos en el Caribe y Estados Unidos.
Panamá espera inaugurar en 2018 un centro logístico de distribución de ayuda humanitaria para casos de desastres en la región.