César Ramírez
@caralvasalvador
En 1982 esta pequeña isla fue intervenida por la Fuerza Armada hondureña, desde entonces es reclamada por El Salvador, se alega que el fallo de Corte Internacional de Justicia de La Haya en 1992 fue a su favor en la disputa territorial, pero resulta que esa isla es pertenencia de El Salvador, entonces se transforma en conflicto latente y persistente en muchos niveles internacionales.
Esta isla no aparece en ningún mapa oficial de Honduras hasta 1992, condición extraña para una nación que tiene documentado su territorio e incluso con proyecciones extraterritoriales como su disputa con Nicaragua, limitando con Colombia en el Atlántico extendiendo sus dimensiones sobre Nicaragua, Costa Rica y Panamá.
Históricamente antiguos documentos identifican a las islas del Golfo de Fonseca como pertenecientes al Curato de Conchagua, reseñadas por Pedro Cortés y Larraz posicionado de la Diócesis de Guatemala en el año 1768. Su crónica referente a la Parroquia de Conchagua: “Aunque esta parroquia va con la inscripción de Conchagua por nombrarse así comúnmente, pero la cabecera es Yayantique y bajo la suposición de ser esta la cabecera, se entenderá por tal la explicación que voy a dar”… Referente a Yayantique tiene orígenes en asentamientos lencas, según reseñas que datan de 1689, en ese momento la aldea tenía 120 personas de confesión, pero estas versiones coinciden en que es la cabecera del curato de Conchagua y finalmente esta población pasa a ser parte del departamento de La Unión hacia 1865. Estas referencias corresponden a territorios salvadoreños y nunca a hondureños. Las divisiones geográficas de la Iglesia terminan convirtiéndose en fronteras con el tiempo. “Cerca del pueblo de Conchagua hace una gran salida el mar del sur, que tendrá como de treinta a cuarenta leguas la entrada, que forma hacia el norte y más de veinte de latitud oriente a poniente, la cual se cruza para pasar a las provincias de Nicaragua y no deja de hacer a veces algunas alteraciones. En esa ensenada hay algunas isletas y en una de ellas, que manifiesta bastante tierra, hay una hacienda de ganado perteneciente a esa parroquia y es la del número 33”, así lo anotó Cortés y Larraz. La situación es evidente: demostración histórica, ocupación militar, ausencia de la Isla Conejo en mapas oficiales hasta 1992 confirman la ilegal acción expansionista; finalmente fragmenta la unión centroamericana y el desarrollo del Golfo de Fonseca, ello condenará a generaciones centroamericanas a la pobreza en el Siglo XXI.
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