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Jerusalén/AFP
Jonah Mandel
Israel se dispone a aprobar la construcción de miles de viviendas para colonos en Cisjordania ocupada, una decisión que las autoridades palestinas consideran como «una nueva agresión» en un periodo de fuertes tensiones entre ambos bandos.
En un momento en que las posibilidades de encontrar una salida al conflicto israelo-palestino parecen cada día más remotas, el gobierno israelí anunció que esta semana daría su visto bueno a la edificación de 2.500 nuevas viviendas de colonos en Cisjordania, un territorio palestino ocupado desde hace más de 50 años por Israel.
A éstas se añadirán otras 1.400 viviendas que ya recibieron una aprobación preliminar, dijo el ministro de Defensa, Avigdor Lieberman, en un comunicado.
La construcción de los 2.500 alojamientos comenzará en 2018, y la de los otros 1.400 se iniciará después, precisó Lieberman, cuyo ministerio se encarga del territorio ocupado.
Como cada vez que Israel anuncia nuevas viviendas en las colonias, la dirección palestina denunció el carácter ilegal de estas medidas, alentadas según ella por el sesgo proisraelí de la administración estadounidense de Donald Trump.
«La continuación de la colonización, las declaraciones de apoyo por parte de responsables estadounidenses y las incitaciones al odio proferidas por ministros israelíes marcaron el final de la solución de dos Estados y de cualquier papel estadounidense en la región», declaró el portavoz de la presidencia palestina, Nabil Abu Rudeina, citado por la agencia de prensa palestina Wafa.
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A diferencia de su predecesor, Barack Obama, muy crítico con la expansión israelí en las colonias, el presidente Trump, que multiplicó los gestos a favor de Israel desde su investidura, apenas ha mencionado este tema.
«Complican mucho la situación» e «Israel debe ser muy prudente con las colonias», dijo a un diario israelí en febrero.
Lieberman y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, cuyo gobierno favorece a los defensores de la colonización, aseguraron que Israel seguirá construyendo viviendas en los territorios ocupados.
«Mantenemos la dinámica de desarrollo de los asentamientos», tuitéo Netanyahu. «Pronto aprobaremos nuevas viviendas», añadió.
Su ministro de Defensa prometió por su parte que se estudiará la construcción de «otras miles» de viviendas «en los próximos meses».
La colonización es ilegal en virtud del derecho internacional y considerada por muchos países como uno de los mayores obstáculos para la paz con los palestinos.
Desde 1967, los diferentes gobiernos israelíes han aprobado estas colonias en los territorios en los que los palestinos desean crear su Estado, dificultando así la viabilidad de este proyecto.
Entre Cisjordania ocupada y Jerusalén Este anexionada, más de 600.000 colonos israelíes conviven de forma a menudo conflictiva con cerca de tres millones de palestinos.
El papel de Estados Unidos
El gobierno israelí niega que las colonias obstaculicen la búsqueda de la paz y achaca la falta de avances en el diálogo al hecho de que los palestinos rechazan la existencia de un Estado judío, sean cuales fueran sus fronteras.
Las negociaciones de paz están estancadas desde 2014, y Trump llegó al poder con la voluntad de sellar el acuerdo diplomático «definitivo» entre israelíes y palestinos.
Pero varias decisiones suyas, entre ellas la de reconocer Jerusalén como capital de Israel y trasladar la embajada estadounidense de Tel Aviv a la Ciudad Santa, enfurecieron a la dirección palestina, que suspendió sus contactos con los funcionarios estadounidenses.
El 14 de mayo, día del traslado de la embajada a Jerusalén, 62 personas murieron por disparos israelíes en la Franja de Gaza durante manifestaciones contra la decisión de Washington y a favor del «derecho al retorno» de los palestinos que abandonaron sus tierras cuando se creó Israel.
La incertidumbre crece, además, respecto al estado de salud del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, interlocutor histórico de Israel y de la comunidad internacional.
Abas, de 83 años, fue hospitalizado el domingo por una pulmonía y sigue ingresado.
Interrogado sobre la posibilidad de que Trump deba renunciar a un acuerdo entre israelíes y palestinos, el embajador estadounidense David Friedman contestó el miércoles a la televisión israelí que había que «darle tiempo».
«Desde luego es demasiado pronto para redactar la necrología» del acuerdo «definitivo», añadió Friedman, que espera que la administración Trump presente «en los próximos meses el plan de paz que se hace esperar. No se trata sólo de una cuestión de contenido, sino también de «elección del momento oportuno», declaró.
