*Isaac Bigio
Politólogo, economista e historiador
El primero de abril es celebrado en muchas naciones como el día de las burlas, pero lo que pasó en el del 2024 no fue ninguna broma. En esa fecha se efectuó un bombardeo aéreo contra el complejo diplomático iraní en Damasco, dónde está su consulado. En este murieron varios militares, incluyendo el general Mohammed Rea Zahedi. Esta es la mayor baja que ha tenido el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Iraní (CGRI) desde que en enero 2020 Donald Trump asesinó en un aeropuerto de Bagdad al General Qassem Suleimani, pilar del “Eje de Resistencia” que una a los persas con todos los gobiernos y movimientos armados contrarios a EEUU e Israel en el Medio Oriente.
Esta vez EEUU se ha desentendido abiertamente del ataque, el cual solo puede haber sido hecho por Israel. Algo que agrava la situación es que ha sido realizado contra una embajada. Según todos los tratados internacionales, toda sede diplomática de cualquier Estado en otra nación es considerado como parte de su territorio patrio.
Antes, Tel-Aviv ha atacado numerosos blancos en Siria. En Navidad se asesinó al General persa Seyed Razi Mousavi, un antiguo asesor de las FFAA sirias, cerca a un santuario chiíta en Damasco. En enero se mataron a cinco oficiales persas, incluyendo el jefe de inteligencia del CGRI en Siria. El 29 de marzo un ataque al aeropuerto de Alepo (norte de Siria) acabó con la vida de docenas de efectivos sirios y del Hezbollah libanés. Empero, nunca antes Israel ha atacado territorio iraní. La embajada persa en Damasco estaba con la bandera iraní y bajo la protección de dicha república.
Para “The New York Times” los edificios diplomáticos tienen amplias garantías de ser interferidas de acuerdo a las Convenciones de Viena de 1961 y a la de Relaciones Consulares de 1963. “Las embajadas están protegidas del uso de la fuerza en un conflicto armado”- dice Yuval Shany, profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalén -”por ello, no es permisible atacar a una embajada de la misma manera que no es posible atacar una escuela”. El bombardeo al complejo diplomático iraní en la capital siria violaría el artículo 2.4 de la Carta de las Naciones Unidas.
En todas las embajadas norteamericanas operan agentes militares y de la CIA, muchos de los cuales conspiran contra diversos gobiernos o movimientos políticos de la región donde están. Lo mismo vale para otras sedes diplomáticas de otras potencias, las cuales están salvaguardadas por dichos acuerdos. Durante años la dictadura de Manuel Odría nunca pudo entrar a la embajada colombiana de Lima para capturar a Haya de la Torre, que allí se refugió, o la británica a Julian Assange, quien se cobijó en la sede ecuatoriana de Londres donde (por vivir allí más de 5 años) obtuvo el pasaporte de dicha nación. Las autoridades turcas no podían entrar a la embajada saudita de su país, pese a que se sabía que el periodista norteamericano Jamal Khashoggi estaba allí (donde fue despedazado).
Israel demuestra sentirse inmune a las normas internacionales, a las recomendaciones de la Corte Internacional de Justicia sobre genocidio o a la resolución pro-tregua de Naciones Unidas. Por más que Shany de la Universidad Hebrea recuerde que en las guerras no se atacan embajadas o escuelas, el premier hebreo Benjamin Netanyahu no respeta estas reglas.
Al cumplirse el día 180 de la guerra, el Monitor Euro-Mediterráneo de Derechos Humanos basado en Génova informaba que habían sido total o parcialmente destruidos 443 colegios, 301 facilidades médicas, 650 templos, casi 400,000 viviendas, 2,200 industrias y 200 patrimonios históricos, mientras que cerca de 120,000 palestinos estaban muertos, desaparecidos o heridos.
Cuando se dio el ataque israelí a Damasco, sus tropas abandonaron la operación militar que habían empezado el 18 de marzo contra el principal y más avanzado complejo médico de la franja: el hospital Al-Shifa de Gaza capital (al cual han arrasado). Durante 2 semanas el ejército israelí mató a 400 palestinos, aduciendo que la mitad eran “terroristas”. Según la Doctora Tanya Haj-Hassan de Médicos Sin Fronteras dichas tropas “ejecutaron decenas de personas, punto, incluyendo muchas de nuestras colegas que han sido detenidos, algunos de los cuales han sido detenidos, antiguos alumnos míos, no sabemos si están vivos o muertos, ya están encarcelados durante más de 100 días. Decir que esto es un estratégico ataque contra Hamás es un insulto a nuestro intelecto y a la humanidad. Es una destrucción a personas que sanan, es atacar trabajadores de salud”. Según ella, andar con uniformes hospitalarios convierte a uno en un blanco militar. Ya son alrededor de 350 profesionales de salud que han sido asesinados en Gaza, mientras que otros 520 han sido heridos.
Casi al mismo tiempo del bombardeo de Damasco, Israel mató en Gaza a 7 voluntarios extranjeros de “Cocina Central Mundial”, una fundación neutral que distribuía comida a israelíes y palestinos. Esta entidad impulsada por José Andrés, un chef ganador de varios premios internacionales, ha distribuido millones de alimentos en zonas devastadas por catástrofes naturales y guerras durante décadas. El premier Netanyahu se disculpó por el incidente, pero ya son más de 200 trabajadores humanitarios que han sido muertos por sus soldados. Según “Ha’Aretz” esta guerra es “un desastre en las relaciones públicas para Israel”. Un último número del semanario británico “The Economist” se dedica a demostrar que Israel se aísla del mundo.
A pesar de que la devastación de esta pequeña franja supera a la de Hiroshima, Nagasaki o cualquier metrópolis bombardeada en los últimos 80 años, Tel-Aviv no logra derrotar en seis meses a los grupos armados palestinos (Hamás, YIP, Muyahedines, FPLP, FPDLP, Al-Fatah, etc.). Si bien ha expulsado al 90% de los 2,300,000 gazatíes de sus casas, no los ha podido sacar de su territorio.
Salvo tres rehenes rescatados militarmente, el resto de los 240 raptados el 7/10/2023 han sido liberados mediante acuerdos, han muerto por acción de sus propias FFAA o siguen aprisionados. La impaciencia de los familiares de estos ante tal situación ha movilizado a millares pidiendo el cese al fuego y la caída de Netanyahu. Mientras la crisis interna se agrava, los judíos religiosos se niegan a reemplazar a los soldados caídos. El rabino supremo sefardí dice que su gente prefiere irse del país antes que servir militarmente.
La conjunción de tener un gobierno políticamente débil, internacionalmente aislado e incapaz de haber derrotado militarmente a los palestinos es algo que ha venido conduciendo a Tel-Aviv a buscar mostrar ciertos “éxitos” matando iraníes, sirios y libaneses.
Netanyahu siempre busca sobrevivir provocando invasiones de EEUU en Afganistán, Irak, Siria y Libia. Si bien ha logrado todo ello, EEUU no quiere hacer lo mismo contra Irán, la principal potencia regional militar del Medio Oriente, pues sabe que ello implicaría terminar peor parado que en esos países. Empero, si Netanyahu logra que Teherán entre directamente en el conflicto, esto llevaría a que Washington mande tropas y él se salve siguiendo el poder y teniendo autoridad para limpiar étnicamente a los palestinos.
Saeid Golkar, de la Universidad de Tennessee, sostuvo al “Guardian” que “el CGRI se sigue basando en un hombre y sus redes.
No puede funcionar independientemente de él. Cuando eliminas a una figura clave de su jerarquía, sumado a la muerte del número dos de Zahedi, particularmente dentro de la crisis del Medio Oriente, va a significar un empeño que demore mucho tiempo. Irán va a tomar represalias, pero una guerra entre los dos países es improbable. El CGRI probablemente va a golpear algunas posiciones entre Irak y Azerbaiyán”.
Teherán siempre elude atacar directamente a Israel, pues prefiere impulsar a sus aliados del “Eje de la Resistencia” (Hezbollah del Líbano e Irak, Yemen y grupos palestinos) que le vayan atacando y minando gradualmente. Los ayatolas temen que un choque directo pudiese acabar en una guerra regional nuclear donde la OTAN entraría directamente a estabilizar a Netanyahu. Su estrategia pasa por seguir aislando internacionalmente a Israel y consolidando su poder regional.
En todo caso, Israel anda en alerta total ante un posible ataque directo persa. Si bien esto no es lo más probable, tampoco pudiera descartarse. Cuando EEUU asesinada al General Qassem Suleimani, la venganza iraní no fue directa, sino indirecta (a aliados regionales de Washington).