Jerusalén/AFP
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, autorizó este miércoles la construcción «inmediata» de 300 viviendas en la Cisjordania ocupada, en un momento en que su gobierno enfrenta la presión de sus socios de extrema derecha.
«Tras consultas en la oficina del primer ministro, se autorizó la construcción inmediata de 300 viviendas en Betel», según un comunicado de su despacho, que anunció además «la planificación» de más de 500 en Jerusalén Este, ocupada y anexionada por Israel.
Los palestinos reaccionaron calificando de «crimen de guerra» la decisión de Israel.
«Estas medidas de colonización y crímenes de guerra son parte de un plan de los dirigentes israelíes para imponer el ‘Gran Israel’ en la Palestina histórica y destruir la solución de dos Estados y la posibilidad de una paz», denunció Hanan Ashraui, miembro dirigente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).
Las colonias en Cisjordania, ilegales para la comunidad internacional, son uno de los principales obstáculos en las negociaciones de paz con los palestinos.
Estos no dejan de denunciar que con la colonización tendrán cada vez menos territorios en el Estado que esperan crear algún día.
La oficina de Netanyahu precisó que la autorización del miércoles es una promesa efectuada por el gobierno desde hace tres años, tras la destrucción de casas en la colina de Ulpena, en Betel, una colonia de Cisjordania cercana a Ramala, donde los colonos habían construido sin autorización.
La decisión de Netanyahu coincide con la destrucción este miércoles por parte del Ejército israelí de dos casas en construcción en Betel por una decisión judicial. Las demoliciones motivaron enfrentamientos entre los colonos y las fuerzas de seguridad israelíes, constató un fotógrafo de la AFP.
El Tribunal Supremo israelí había ordenado el mes pasado la destrucción de estos dos edificios y rechazó este miércoles la apelación contra su derribo.
Netanyahu dijo que se oponía a la demolición.
«Respuesta sionista»
Tras las elecciones de marzo, Netanyahu, quien había expresado que se oponía a la demolición de los asentamientos, solo tiene mayoría simple y su pacto con partidos de extrema derecha ha aumentado la influencia en el gobierno de grupos favorables a la colonización de zonas ocupadas.
El ministro de Educación Naftali Bennett, de la formación ultraderechista Hogar Judío, integrante de la coalición de gobierno en Israel, celebró el anuncio de las nuevas construcciones.
«Esta decisión es una respuesta sionista», afirmó en un comunicado el ministro. «Esta es la forma en que vamos a construir nuestro país».
Bennett, un ex líder de los colonos de Cisjordania, había criticado las demoliciones.
Los dos edificios demolidos en Betel había sido confiscados por el ejército israelí en la década de 1970.
Abderrahman Qasem, propietario de las tierras en las que están las construcciones, declaró a la AFP: «hoy obtuve una victoria frente a los colonos que me robaron mi tierra».
Israel ocupó Cisjordania en 1967 tras la guerra de los Seis Días, donde actualmente viven alrededor de 400.000 colonos.
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