Bruselas / AFP
Françoise Michel
Los alimentos procedentes de los territorios ocupados por Israel deberán precisar en su etiquetado si proceden de una colonia, falló el martes la justicia europea, una decisión rechazada «firmemente» por el gobierno israelí y celebrada por los palestinos.
«El único objetivo de la decisión es atacar a Israel y aplicar un doble rasero» contra el país, aseguró en un comunicado el ministerio israelí de Exteriores, en el que «rechaza firmemente» la decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE).
La corte con sede en Luxemburgo había estimado horas antes que los productos alimenticios fabricados en las colonias israelíes en territorios ocupados por este país debían agregar «asentamiento israelí» o una mención similar en su etiquetado.
Los magistrados justifican su decisión en el derecho de los consumidores a poder tomar «decisiones con conocimiento de causa», teniendo también en cuenta las «consideraciones éticas o relativas al respeto del Derecho Internacional», según el alto tribunal.
Los palestinos celebraron rápidamente el fallo, si bien precisaron que más allá del etiquetado su objetivo es «la prohibición de esos productos en los mercados internacionales», en palabras del secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat.
El origen de este fallo, que se aplica a todos los países de la UE, remonta a una cuestionada decisión del ministerio francés de Economía de noviembre de 2016, que establecía un etiquetado diferente para los productos procedentes de territorios ocupados por Israel.
Las empresas debían así agregar «asentamiento israelí» o una mención similar en los productos alimenticios fabricados en los asentamientos israelíes en Cisjordania y los Altos del Golán, ocupados por Israel desde junio de 1967, en virtud de un reglamento europeo.
El Consejo Representativo de Instituciones Judías de Francia (CRIF) consideró esta medida «discriminatoria», porque, en su opinión, refuerza el movimiento de BDS (Boicot, Desinversiones, Sanciones) que, según ese organismo, «detesta» a Israel.
Tras recibir una apelación pidiendo su anulación por parte de la Organización Judía Europea (OJE) y la empresa de vinos casher Psagot, el Consejo de Estado francés había planteado sus dudas al alto tribunal con sede en Luxemburgo, que validó este martes el etiquetado controvertido.
– La UE contra el boicot –
La Comisión Europea defendió el etiquetado que busca «no inducir a error a los consumidores», pero al mismo tiempo aseguró que «no apoya ninguna forma de boicot o de sanciones contra Israel», aseguró en rueda de prensa su portavoz, Mina Andreeva.
El CRIF criticó no obstante el doble rasero de la UE ya que «existen otros tipos de conflictos territoriales, por ejemplo, entre el Tibet y China, e Israel es el único país al que se le pide un doble etiquetado», una decisión que «reforzará» el movimiento de BDS.
Según la UE, este etiquetado es obligatorio para las frutas y verduras frescas, el vino, la miel, el aceite de oliva, los huevos, las aves de corral o los cosméticos, entre otros.
La UE es el primer socio comercial de Israel con intercambios por un 36.200 millones de euros en 2017. Las importaciones israelíes al bloque se elevaron entonces a los 14.700 millones de euros.
La Comisión no tiene estadísticas oficiales sobre las importaciones procedentes de las colonias israelíes, pero estima que estas representan «menos del 1%» del volumen total.