Jerusalén/AFP
La Marina israelí interceptó este lunes sin recurrir al uso de la fuerza un barco de activistas propalestinos que pretendía romper el bloqueo de la Franja de Gaza junto a otros tres navíos, que regresaron por su parte a su puerto de origen.
«En cumplimiento de la legislación internacional, la Marina israelí pidió al buque en varias ocasiones que desviara su rumbo», aseguró el ejército en un comunicado.
«Ante su negativa, la Marina interceptó el barco en aguas internacionales para impedir su plan de romper el bloqueo marítimo de la Franja de Gaza», añadió.
El barco fue escoltado el lunes por la mañana hacia el puerto israelí de Ashdod, al norte de Gaza, y se espera su llegada en las próximas 24 horas, según el comunicado.
Una portavoz militar confirmó a la AFP que se trata del navío sueco «Marianne de Göteborg», que forma parte de la llamada Flotilla de la Libertad III, un convoy de cuatro buques con militantes propalestinos que quieren romper el bloqueo israelí a Gaza.
Entre los pasajeros, se encuentra el diputado árabe-israelí Bassel Ghattas y el expresidente tunecino Moncef Marzouki, así como diputados de países europeos y árabes.
El movimiento islamista Hamas, en el poder en la Franja, denunció un «acto de piratería» de Israel, y exhortó a «la comunidad internacional a salir de su silencio» frente a esta «violación del derecho internacional».
Los otros tres navíos «cambiaron de rumbo y volvieron a su puerto de origen», según un comunicado difundido por los militantes a bordo del «Canadian Boat to Gaza», antes de la interceptación del barco sueco.
«Esta flotilla no es más que una demostración de hipocresía y mentiras que no hace más que ayudar a la organización Hamas y que ignora todos los horrores en nuestra región», declaró el lunes el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu en un comunicado para felicitar a las fuerzas de seguridad israelíes por interceptar el navío.
‘Conciencia de la Humanidad’
Los pasajeros de la Flotilla de la Libertad afirman querer llamar la atención sobre el bloqueo terrestre, aéreo y marítimo impuesto por Israel a la Franja de Gaza tras el secuestro de uno de sus soldados en junio de 2006 por Hamas y reforzado un año más tarde cuando este movimiento islamista se impuso en el poder en el enclave palestino.
Antes de dar media vuelta, los pasajeros de los otros barcos afirmaron en un comunicado que no renunciaban a su «destino, la conciencia de la Humanidad» y pidieron «una vez más al gobierno de Israel que levante el bloqueo a Gaza».
Concretamente, el bloqueo marítimo implica la imposibilidad de penetrar en aguas gazatíes o alejarse de más de seis millas náuticas de las costas de Gaza bajo pena de ser blanco de los disparos de la Marina israelí, cosa que sucede a menudo a los pescadores palestinos.
La flotilla buscaba aprovechar el contexto actual, en el que Israel hace frente a llamamientos al boicot y a presiones internacionales, y en que la ONU acaba de acusar al Estado hebreo, así como a los grupos armados palestinos, de posibles crímenes de guerra durante el conflicto que sacudió Gaza hace un año.
Antes de esta flotilla, otros militantes propalestinos habían tratado en varias ocasiones de romper el bloqueo por el Mediterráneo.
El 31 de mayo de 2010, una expedición acabó en un baño de sangre cuando comandos israelíes asaltaron seis navíos civiles en aguas internacionales, entre ellos el «Mavi Marmara», que llevaba ayuda humanitaria a Gaza. Diez turcos murieron, provocando una grave crisis diplomática entre Israel y Turquía.