Ramala/Prensa Latina
Las autoridades israelíes liberaron a más de 40 detenidos palestinos, muchos de ellos con claros signos de torturas y maltratos, informó hoy el Club de Prisioneros.
La organización no gubernamental precisó en un comunicado que el grupo fue liberado anoche en el puesto de control de Al-Dhaheriya, ubicado cerca de la cárcel de Ofer. Numerosos de ellos padecen enfermedades de la piel y muchos fueron trasladados a hospitales, detalló.
Según datos oficiales, el Ejército y la Policía de Israel arrestaron a más de 10 mil 200 palestinos en Cisjordania desde el estallido del actual ciclo de violencia, el 7 de octubre de 2023. La cifra de detenidos en la Franja de Gaza se desconoce porque las autoridades de ese país se niegan a informar sobre el tema.
En la actualidad se calcula que unos nueve mil 900 están encerrados en prisiones israelíes.
Medios de prensa y organizaciones palestinas denuncian desde hace meses que las autoridades penitenciarias de la vecina nación incrementaron los maltratos y vejaciones en los últimos 10 meses. Precisamente, el portal noticioso Al Quds presentó esta semana testimonios de torturados en esos centros.
Uno de los reclusos pidió agua, por lo que un soldado orinó en una botella y lo obligó a beberla, relató Muhammad Abu Seif, de 18 años. Otro palestino, identificado como Mohammed, señaló que los militares le ataron los pies y manos y luego le vendaron los ojos, lo cual es muy común entre los detenidos en Gaza.
Nos obligaron a sentarnos de rodillas, a no movernos y a mirar a derecha e izquierda. Solo dormíamos desde medianoche hasta las 04:00 hora local, y luego comenzaban las torturas, insultos y palizas, señaló.
Explicó que durante 12 días estuvo encerrado en una base, donde fue golpeado a diario con la culata de los fusiles, mientras lo escupían y lo insultaban. Mohammed indicó que en ocasiones los militares obligaban a los reclusos a sacar las manos a través de las rejas y las golpeaban hasta romperlas.
Mientras, Ahmed Al-Wadiya indicó que fue desnudado y colgado por las manos, tras lo cual comenzaron a golpearlo y a torturarlo con descargas eléctricas.